Autor Henry David Jimenez Jaraba
Título Pedagogía auditora en el contexto universitario
tratégicas que atraviesa transversalmente la es-
tructura organizacional (Chiavenato, 2020).
A su vez, los resultados de la tabla de pe-
ritaje entre grupos confirman que, incluso en
cohortes avanzadas, persiste una comprensión
fragmentada y heterogénea del concepto de au-
ditoría. Esta diversidad epistémica puede, lejos
de ser una debilidad, convertrse en una opor-
tunidad pedagógica si se habilitan espacios de
colaboración interstcial (Vygotsky, 1978), don-
de los saberes operatvos del Grupo 1 se nutran
del enfoque analítco del Grupo 2, favoreciendo
procesos de co-construcción de significado. Di-
señar actvidades intercohortes no solo nivela-
ría conceptualizaciones, sino que potenciaría el
aprendizaje entre pares como estrategia didác-
tca transversal.
logía como herramienta de mediación, no como
fin en sí mismo. Esto implica diseñar recursos
digitales que no solo informen, sino que trans-
formen: simuladores de auditoría, experiencias
inmersivas en realidad aumentada o el uso de
blockchain para modelar sistemas de trazabi-
lidad organizacional son ejemplos de cómo se
pueden incorporar tecnologías disruptvas sin
perder el foco en el aprendizaje significatvo.
Finalmente, el repensar que da lugar a la
auditoría dentro del currículo del programa de
Administración, busca tratarla como una asig-
natura instrumental y periférica, asumiéndose
como una competencia transversal, conectada
con la étca profesional, la sostenibilidad (ESG;
GRI, 2021), y la adaptabilidad a los nuevos esce-
narios de la industria 4.0 (KPMG, 2023). En este
sentdo, el docente deja de ser transmisor de
normas para convertrse en facilitador de proce-
sos de autorreflexión, pensamiento estratégico
y toma de decisiones responsables.
Por otra parte, la exigencia de currículos
más adaptatvos se justfica plenamente ante
el contexto socioeconómico de La Guajira. Las
condiciones de informalidad laboral, desco-
nexión digital e itnerarios discontnuos de for-
mación, exigen modelos pedagógicos híbridos
que combinen microcontenidos asincrónicos
con tutorías presenciales o semipresenciales
significatvas. Aquí, el modelo de comunidades
de práctca propuesto por Wenger (1998) resul-
ta clave: es en la interacción con el mundo real
(la visita a empresas, el diseño de portafolios, el
análisis de casos de auditoría en contextos loca-
les) donde los estudiantes logran construir com-
petencias útles, pertnentes y transformadoras.
Las implicaciones para la formación en au-
ditoría son también sustanciales. Frente a un
miedo conceptual generalizado, evidenciado
tanto en las respuestas estudiantles como en las
percepciones docentes, se propone una didáct-
ca de la auditoría centrada en la experiencia, el
error y la reflexión. Esto requiere fortalecer la
autonomía intelectual mediante estrategias de
metacognición (Flavell, 1979; Schunk, 2020), sin
que ello implique una flexibilización excesiva del
rigor académico. Por el contrario, se trata de ge-
nerar ambientes formatvos exigentes pero em-
pátcos, donde la evaluación formatva (como el
uso del portafolio o la autoevaluación guiada)
permita desarrollar un pensamiento crítco so-
bre las práctcas de control organizacional.
V. CONCLUSIÓN
La presente investgación, evidencia bre-
chas sustanciales en la apropiación conceptual
de la auditoría administratva por parte de estu-
diantes universitarios, lo cual repercute directa-
mente en la calidad de los procesos formatvos
y en la pertnencia social del conocimiento im-
partdo. Esta heterogeneidad, que se manifiesta
tanto en los enfoques operatvos como en las
ausencias conceptuales detectadas, revela la ur-
gencia de transformar los modelos pedagógicos
tradicionales que aún privilegian la memoriza-
ción y la evaluación estandarizada por encima
del pensamiento crítco y reflexivo.
En consecuencia, se concluye que la for-
mación en auditoría debe resignificarse bajo un
enfoque pedagógico integral que artcule cuatro
pilares fundamentales: una base conceptual só-
lida, metodologías actvas contextualizadas, un
rol docente dual (exigente pero facilitador), y
sistemas de evaluación formatva contnua. Sin
embargo, este modelo no puede estar comple-
to sin reconocer la dimensión humana, étca y
emocional del aprendizaje. La auditoría no es
solo una herramienta técnica, sino una práct-
ca que requiere sensibilidad social, juicio étco y
compromiso con el bien común; por lo cual for-
mar auditores implica también formar sujetos
capaces de leer la realidad con empaꢂa, iden-
tficar injustcias y actuar con responsabilidad
frente a los otros.
En cuanto al rol de la tecnología, los do-
centes hacen evidente una paradoja crucial:
aunque las TIC son necesarias, no son suficien-
tes. La conectvidad limitada y el uso superficial
de las plataformas revelan que el verdadero reto
no está en la infraestructura digital, sino en el
uso pedagógico de la misma. Aquí se plantea
una línea de acción concreta: utlizar la tecno-
Desde el aporte educatvo central de la pe-
Sinopsis Educatva | Año 25 N° 2 |Diciembre|2025
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