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Título
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Sinopsis Educava Año XX Nº X Mes 201X
ción técnica de metodologías: es acción situada,
reexiva y éca. Es entendida como la acción
reexiva del docente que integra el saber teó-
rico con la intervención contextualizada. Desde
el pensamiento lanoamericano, Freire (1970)
enende la praxis como transformación críca
de la realidad. Complementariamente, Schön
(1983) y Dewey (1995), desde el ámbito inter-
nacional, plantean que la prácca reexiva es el
núcleo de la acción docente situada. Tanto Frei-
re (1970) como Schön (1983) coinciden en que
se trata de una dimensión que trasciende la apli-
cación mecánica de metodologías, involucrando
una postura críca, éca y transformadora del
profesional de la educación.
Desde una perspecva fenomenológica
y hermenéuca, la praxis pedagógica constu-
ye el lugar donde se encarna el acto educavo
como acontecimiento éco, políco y emocio-
nal. Estudios nacionales como el de Leal (2016)
resaltan que la praxis docente se construye en
el vínculo con el otro, a parr del contexto y la
subjevidad. Leal (2016) arma que la praxis pe-
dagógica no es mera ejecución de planes o cum-
plimiento de funciones, sino creación de sendo
en interacción con los otros, en contextos histó-
ricos concretos.
En ese mismo sendo, desde el plano in-
ternacional, Giroux (2004) concibe al docente
como un intelectual transformador que resiste
la estandarización del conocimiento y construye
sendo. Plantea que el maestro, como intelec-
tual transformavo, interpela permanentemen-
te la realidad social y congura su hacer como
resistencia creava frente a la estandarización
del conocimiento. La praxis, entonces, no solo
transmite saberes, sino que moviliza subjevida-
des, afectos y visiones del mundo, consolidando
un po de conocimiento encarnado, situado y
con sendo social.
Por su parte , Domingo (2021), desde Es-
paña, sosene que el juicio prácco o phronesis
es central en la toma de decisiones pedagógicas.
Así, la praxis no se reduce al cumplimiento nor-
mavo, sino que se congura como una forma
de intervención éca que requiere condiciones
estructurales y emocionales favorables.
De esta misma forma, Dewey (1995) tam-
bién aporta al concepto desde la prácca reexi-
va destacando la importancia del juicio prácco
(phronesis) como principio de acción docente
situada. La praxis pedagógica, entonces, exige
sensibilidad ante las condiciones emocionales,
sociales y culturales de los estudiantes, y debe
ser acompañada por una estructura organiza-
cional que valore el compromiso docente.
Salario emocional: fundamentos, dimensiones
y relevancia
A parr de una lectura críca del mundo
del trabajo, el salario emocional se posiciona
como una categoría emergente que cuesona
las formas tradicionales de entender la compen-
sación laboral. El concepto de salario emocional
ha sido abordado ampliamente desde disntas
corrientes. En el contexto internacional, Barre
(2017) estudia cómo, en regiones de bajos in-
gresos, factores como el reconocimiento sim-
bólico, la autonomía y la parcipación inciden
fuertemente en la movación docente.
Fernández-Berrocal y Extremera (2005),
desde el enfoque de la inteligencia emocional,
subrayan que las emociones impactan la salud
laboral y el compromiso instucional. Para estos
autores el reconocimiento emocional y simbóli-
co constuye un factor protector frente al des-
gaste emocional, especialmente en profesiones
como la docencia, donde el vínculo humano es
la base del quehacer
Desde la perspecva nacional, González
(2019) y Marnez (2020) destacan que el salario
emocional incide en la retención y desempeño
del profesorado y lo denen como el conjunto
de benecios no monetarios que contribuyen a
la sasfacción laboral del trabajador. En el cam-
po educavo, este concepto adquiere parcular
relevancia, ya que las condiciones emocionales
del docente impactan de forma directa en su
desempeño y, por ende, en la calidad del proce-
so de enseñanza-aprendizaje.
Por su parte, Barría (2024) propone inte-
grar este enfoque a modelos de aprendizaje so-
cioemocional centrados en la persona. Entre las
dimensiones del salario emocional se destacan:
el reconocimiento instucional, las posibilida-
des de desarrollo profesional, el clima laboral
colaboravo, la estabilidad, la parcipación en
decisiones y el sendo de pertenencia (Lopera
y Echeverri, 2018; Hernández, 2018). Estas di-
mensiones inuyen en la movación intrínseca
del docente y en su disposición a sostener una
praxis reexiva.
Maslach y Leiter (1997) explican cómo la
ausencia de estos elementos conduce y con-
tribuyen al síndrome de burnout, afectando
directamente la calidad del proceso educavo.
En este marco, el salario emocional arcula va-
riables como el sendo del trabajo, la perte-
nencia instucional y la autonomía profesional,
elementos que, si son desatendidos. Reconocer
este po de salario es, por tanto, un acto de jus-
cia laboral y de políca educava comprome-
Sinopsis Educava | Año 25 N° 2 |Diciembre|2025
Liliana Margarita Caparroso Pomares
Salario emocional y calidad educava: una aproximación teórica desde la praxis pedagógica docente.