https://doi.org/10.56219/letras.v64i105.3290

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Artículo

Después de una revisión a los corpus CREA, CORDE y al Diccionario de Americanismos, Ramírez Luengo (2015) juzga que gozó de salud en España hasta el siglo XVIII; “época en la que el uso de esta forma léxica –en principio general– decae”. (p. 118). El Diccionario de Autoridades, además de referir a la planta, habla del fruto:

Especie de fruta, assí llamada, o por la natural dureza y dificultad de digerirse,

que tenia al principio quando de Persia se traxo a Europa, o por la tenacidad con que está la carne asida y casi inseparable del huesso. De aquí tomaron motivo

los Latinos para llamar a esta fruta Malum duracinum, y a su imitación los Españoles la llamaron Durazno

En suma, durazno es la forma preferida en Ecuador y en América para nominar el fruto que en España se conoce como melocotón. Mientras España vio reducir hasta el olvido el uso de este vocablo, América lo conserva, le inflama vida. En las siguientes páginas, se aludirá a una vieja forma que sigue derivando: cebolla.

Revitalización o neologismo semántico

Se entiende por revitalización “la reutilización de palabras ya existentes ” (Otaola Olano, 2004, p. 60) que puede resultar en un neologismo semántico, un concepto nuevo. Para los migrantes revisados a través de la crónica, el “encebollado” (Figura 1) es una “sopa típica de la Costa del Ecuador, cuyos ingredientes principales son pescado, por lo general, albacora-yuca, *cebolla paiteña y ají peruano” (Araujo, 202 1, p. 133).

Figura 1

Encebollado

Nota. Se agrega chifles, canguil (palomitas de maíz). Arriba lleva cebolla paiteña en juliana.