https://doi.org/10.56219/letras.v64i105.3290
Vol. 64 (105), 2024, pp.471-510 -Segundo semestre / julio-diciembre
ISSN-L 0459-1283 e-ISSN - 2791-1179
Depósito legal: pp. 195202DF47
Artículo
Página
485
Si bien el DA (2010) también lo presenta como un alimento ecuatoriano y con similares ingredientes a los enumerados por Araujo (2021), discrepa en la preparación y resultado: “Guiso que se prepara con pescado, generalmente albacora, pasta de tomate, cebolla macerada en jugo de limón ácido, yuca en trozos y especias ”. El DA (2010) habla de guiso ; Araujo (2021), de sopa. La imprecisión académica podría significar que el concepto no es muy antiguo. Este argumento lo favorece la primera acepción sistematizada por el ecuatoriano Córdova (1995), quien no lo evoca como caldo, sino como un condimento: “Cebolla partida o picada que se fríe, o pasa por agua caliente, o hirviente para servir como aderezo de ciertos platos” (p. 442). En la segunda acepción formulada, se asome un a sinécdoque que podría explicar su origen: “Plato con este aderezo de cebolla.” (p. 442). El DLE reconoce este último sentido. Explica que es participio del infinitivo “encebollar” -materializa una parasíntesis- y así lo define: “Comida aderezada con mucha cebolla y sazonada con especias, rehogado todo ello con aceite” (Actualización 2023). Una mirada a Autoridades expresa que para la Academia no ha habido cambio semántico: El Diccionario de Autoridades (1732) reconoce el lema y también lo cataloga como un sustantivo masculino que evoca “Especie de guisado, que se hace de la carne del carnero, o de la vaca, dividida en trozos, mezclados con cebolla, y sazonados con clavo, canela, pimienta, y azafrán, reahogado todo con azéite”. Desaparecen las disímiles explicaciones en ‘uso especial de la cebolla como aderezo’. Por otro lado, se nota que la lexía “cebolla” sigue siendo productiva. Al inventario que Corominas (1987, p. 142) presentara en 1987 (cebollada, cebollana, cebollar, cebollero, cebolleta (1611), cebollino (1945), cebolludo), habría que agregarle este participio. Del adjetivo, hasta ahora, el CORDE ofrece su testimonio más antiguo en España, en un texto culinario de Ángel Muro y Carratalá titulado Practicón. Tratado completo de cocina y que salió a la luz en 1894. En este texto, aparece muy oficioso, siempre como adjetivo: jamón encebollado, bacalao encebollado, lomo encebollado, boquerón encebollado y churrasco encebollado .
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En América, incluso, Ecuador se usa como sinónimo de “estofado”.
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Una receta venezolana es el Hígado encebollado, así que el vocablo funciona en este país caribeño como
adjetivo.