https://doi.org/10.56219/letras.v64i105.3290

Vol. 64 (105), 2024, pp.471-510 -Segundo semestre / julio-diciembre

ISSN-L 0459-1283 e-ISSN - 2791-1179

Depósito legal: pp. 195202DF47

Artículo

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artículo arábigo. No obstante, al decir de Penny (1993) no es producto bilingüe a pesar de que la cultura medio-oriental y norte-africana se estableció desde el siglo VIII hasta el XV de esta era en lo que hoy es el sur de España. El autor cree que este y otros préstamos del desierto (v. g. barrio, rehén, alcalde, aldea, fanega, quintal, alcantarilla, jarra, taza) transitaron de lengua vecina, porque la mayor parte se incorporó a la cántabra antes del siglo X, es decir, antes de la reconquista. En referencia a la voz arroz, de las dos razones que esgrime para su concreción como préstamo cobra sentido la necesidad de designar conceptos nuevos que llegaron a Castilla desde Al-Andalus.

Otro plato bastante común en la gastronomía andina es la “menestra” (Figura 2) y fue activada como plato ecuatoriano por los lamentos que se oyen lejos de la tierra nativa en las crónicas escritas por migrantes; sin embargo, el DA (2010) lo restringe a Panamá, y lo refiere como un

Caldo espeso de arvejas, frijoles o lentejas al que se añade un refrito de cebolla, tomates, ajíes, culantro y perejil; se sirve con arroz blanco, y se acompaña con

uno o dos trozos de carne y varias tajadas de plátano maduro fritas.

Figura 2

Porción arroz con menestra de frejol

El CORDE localiza su testimonio más antiguo en 1593, Vida y trabajo, obra escrita por el zaragozano Jerónimo de Pasamonte. Pero también se encuentra varias décadas antes: el extremeño Bartolomé de Torres Naharro utilizó el término en Tinellaria, una comedia