Figuras y repeticiones
En cuanto a las figuras circulares, estética espiralista, leitmotiv y modelos textuales de
repetición, llaman la atención todas las repeticiones del título Alá no está obligado y sus
variaciones que acordamos llamar Leitmotiv de Alá y que van apareciendo como sigue:
“Alá no está obligado a ser justo en todas sus cosas de aquí abajo.” (p. 5)… “Alá hace
lo que quiere; él no está obligado a acceder a todas las plegarias de los pobres humanos.
Los manes hacen lo que quieren; no están obligados a acceder a todos los reclamos de
los rezadores.” (p. 10)… “Abuela explicó que mamá había muerto por designio de Alá,
sólo con la úlcera y las lágrimas que ella derramó en demasía. Porque él, Alá, hace
desde el cielo lo que quiere; él no está obligado a ser justo en todas sus cosas de aquí
abajo.” (p. 13)… “Abuela ha dicho que mi padre está muerto a pesar de todo el bien
que hacía en la tierra porque nadie puede descifrar las leyes de Alá, y que ante el
Todopoderoso del cielo pasa de todo, y hace lo que quiere, no está obligado a ser
siempre justo en todo lo que decide realizar en la tierra, aquí abajo.” (p. 15)… “Hasta
hoy siento el calor de la moneda en la palma de la mano. Luego abuela se echó a llorar
y regresó a su casa. No volvería a verla nunca. Es Alá quien lo ha querido así. Y Alá
no es justo en todo lo que hace aquí abajo.” (p. 21)… “Y Alá no está obligado, no
necesita ser justo en todas sus cosas, en todas sus creaciones, en todos sus actos, aquí
abajo. Yo tampoco, tampoco estoy obligado a hablar, a contar mi perra vida…” (p.
45)… “Digo la oración fúnebre sólo para él (mi amigo) porque no estoy obligado a
decir las oraciones fúnebres de los demás. No estoy obligado, así como Alá no está
obligado a ser siempre justo en todas sus cosas.” (p. 85).
Estas locuciones repetitivas, puestas en relación revelan toda una cosmogonía
islámica-mandinga y que quizá nos hable del hombre (niño) que debe asumir su destino tal
como viene.
Leitmotiv del hastío. Existe repetición en la manera de acabar algunos capítulos.
Birahima los acaba hastiado de tanto hablar. Por ejemplo, para terminar el capítulo Uno dice:
“Esto es lo que tenía que decir hoy. Estoy harto; por hoy paro.” (p. 23); el Dos: “Yo tampoco,
tampoco estoy obligado a hablar, a contar mi perra vida, a hurgar en un diccionario tras otro.
Estoy harto; me paro aquí por hoy. ¡Y vámonos a tomar por culo!” (p. 45); y el Tres: “Hoy,
este 15 de septiembre de 199... estoy harto. Harto de contar mi vida, harto de compilar los
diccionarios, harto de todo. Que os den por culo a todos. Yo me callo, no digo más nada por
hoy...”. (p. 60)