RELACIÓN ENTRE LIDERAZGO DOCENTE Y EDUCACIÓN SEXUAL DE NIÑOS Y NIÑAS EN EDUCACIÓN PRIMARIA
Doris Josefina Solís Mejías[3]
https://orcid.org/0000-0001-6413-1075
Universidad Miguel de Cervantes, Chile
Recibido: 26/03/2021 Aprobado: 28/05/2021
RESUMEN
La presente investigación tuvo como propósito establecer la relación entre el liderazgo de los docentes y sus competencias para la enseñanza de la educación sexual de los niños y niñas, del Colegio Kid’s World School, Comuna de Coquimbo, Provincia de Elqui, Región Coquimbo-Chile. El trabajo se realizó bajo un enfoque cuantitativo, con un diseño no experimental transeccional. La muestra estuvo conformada por la población total de treinta y cinco (35) docentes, a quienes se les aplicó una encuesta mediante un instrumento en su modalidad de cuestionario, con escala tipo Likert; la validez del instrumento se determinó a través del juicio de expertos. Los resultados arrojaron una relación directamente proporcional entre las habilidades para el liderazgo y las competencias para orientar la educación sexual. En conclusión, los educadores estiman que se necesita capacitación para mejorar las actitudes como líderes educativos y así favorecer la educación sexual de los niños y niñas.
Palabras clave: liderazgo docente, educación sexual, competencias educativas, educación primaria.
RELATIONSHIP BETWEEN TEACHER LEADERSHIP AND SEXUAL EDUCATION
OF BOYS AND GIRLS IN PRIMARY EDUCATION
ABSTRACT
The purpose of this research was to establish the relationship between the leadership of teachers and their competencies for the teaching of sexual education of boys and girls, of the Kid’s World School, Commune of Coquimbo, Province of Elqui, Region Coquimbo-Chile. The work was carried out under a quantitative approach, with a non-experimental, transectional design. The sample was made up of the total population of thirty-five (35) teachers, to whom a survey was applied using an instrument in its form of questionnaire, with a Likert-type scale; the validity of the instrument was determined through expert judgment. The results yielded a directly proportional relationship between leadership skills and competencies to guide sexuality education. In conclusion, teachers consider that training is needed to improve attitudes as educational leaders and thus favor the sexual education of boys and girls.
Keywords: teacher leadership, sex education, educational competencies, primary education
Introducción
En una sociedad que arriba a la segunda década del siglo XXI con cambios profundos en el orden internacional, por los progresos tecnológicos, científicos, ambientales, sociales y educativos es necesario unificar esfuerzos con el fin de incluir en el ámbito pedagógico cambios para el progreso de la educación. Dichos cambios demandan docentes con destrezas variadas (aplicación en los adelantos tecnológicos), versados en distintas disciplinas del conocimiento (ciencias y humanidades), atributos humanísticos (aprecio por las artes y el ambiente) y cualidades de líderes. El sistema educativo amerita sujetos competentes para enfrentar los cambios y apoyar la armonía social; se requieren individuos dispuestos a crear estímulos, preparados para resolver desafíos y apoyar la conformación de ciudadanos armónicos en lo social, intelectual, físico, afectivo y, también, en el campo de la sexualidad.
Los procesos de la enseñanza y del aprendizaje deben centrarse en el alumno para encontrar una respuesta activa con docentes siempre comprometidos con la educación sexual como un eje transversal. En el sentido de que no es, precisamente, la orientación de un curso dedicado a alcanzar objetivos y explicar contenidos en materia de sexualidad lo que será de provecho para los grupos escolares, sino que los docentes deben formarse en su función de líderes cuyas competencias intrínsecas estarán relacionadas, directamente, con la posibilidad de encargarse de la orientación en materia de educación sexual de los niños. En el desarrollo de ese liderazgo se encontrarán los criterios para entender los elementos que pueden crear conflictos en la comprensión de la sexualidad, cuyas problemáticas pueden ventilarse como temas educativos y aprovechar las formas más sencillas para acercarse a los niños. El componente sexual en todas las esferas de la vida no puede esquivarse por lo que los docentes han de comprender que esto siempre formará parte del contexto educativo.
Por ello, nos planteamos la idea de que no se trata de observar la conducta de un docente que se encarga de orientar el curso denominado Educación Sexual sino cuáles serían las posibilidades dentro del conglomerado educativo para que los docentes con características de líderes pudieran ser los arbotantes para asegurar una sólida educación sexual en los estudiantes de educación primaria. Una educación sexual integral posibilitará condiciones de respeto, derechos humanos, integridad, dignidad, que les permitan una postura personal clara en su realidad sociocultural, con una apuesta crítica y emocionalmente equilibrada.
Este tipo de educación sexual conducirá a los estudiantes a entender su necesidad y a comprender su contexto en interacción con los otros. Es conveniente que los docentes aprendan a diagnosticar, determinar estrategias y utilizar el pensamiento crítico (Jara, Molina y Meneses, 2002; Jara, 2016), pero ello solo puede lograrse mediante un ánimo que esté dispuesto a conducir a los estudiantes. El juego dinámico del educador debe guiarle a posesionarse de un liderazgo traducido en capacidades, en función de descubrir, alcanzar e incitar a las trasformaciones, razón por la cual su dignidad profesional debe estar en posición de acercarse a los otros con todo respeto. Desde allí, todo docente deber asumir un liderazgo en su desempeño educativo; debe proceder, sin lentitudes, a tomar conocimiento de la necesidad de generar cambios dentro y fuera de las instituciones educativas.
De acuerdo con esta posición es necesario revisar las posibilidades, los nexos apropiados y la conveniencia de imbricar los dos conceptos centrales: el liderazgo y la educación sexual de los niños y niñas. Debe entenderse, en consecuencia, que uno de los problemas estriba en que, si no existe un docente como líder, es poco probable incursionar en una educación sexual para los más pequeños. El propósito es determinar si existe alguna relación entre las competencias de los docentes como líderes y sus habilidades para impartir una educación sexual integral.
A los efectos, se revisaron las nociones y principios fundamentales del liderazgo docente y de la educación sexual integral de los niños, para luego entablar a partir de los datos aportados por un grupo de docentes de la Institución Kid’s World School, Comuna de Coquimbo, Provincia de Elqui, Región Coquimbo-Chile, en el año 2019, la relación correspondiente entre ambas variables. Para cumplir con este propósito, adicionalmente, se plantearon las siguientes interrogantes: ¿cuál es la relación entre el liderazgo docente y la orientación en la educación sexual de los niños y niñas? ¿cuáles son las competencias como líderes que los docentes del colegio Kid’s World School les atribuyen a los profesores? ¿los docentes estiman que son hábiles en la orientación de la educación sexual? ¿existe alguna correlación entre estas variables?
Igualmente, se formularos tres objetivos específicos: el primero se dedicó a determinar las competencias como líderes de un grupo de docentes; con el segundo se pretendió describir las habilidades para impartir la educación sexual en niños y niñas; el tercero consistió en establecer las relaciones entre las dos variables: liderazgo docente y orientación de la educación sexual.
El docente de aula como líder
El liderazgo docente implica un conjunto de habilidades y destrezas relacionadas con los procesos de enseñanza y aprendizaje, en los que se desarrollan la formación, participación, compromiso, motivación y promoción de conocimientos hacia situaciones reales, dirigidas a fortalecer el desarrollo biopsicosocial y el estar preparados para la vida. El buen líder juega un papel muy importante en la formación de valores, en la toma de conciencia y la adquisición de actitudes para un mejor desenvolvimiento en todos los órdenes de la vida. El líder educativo no considera a sus estudiantes como entes pasivos, ni como seres uniformes e indiferenciados; además podría encontrarse solo, al comienzo de su emprendimiento, pero luego sirve de ejemplo al resto de sus colegas (Lubart y Zenasni, 2010).
Los dirigentes son hombres y mujeres con deseos de perseguir anhelos o sueños y, por lo tanto, son dinámicos, inventores, entusiastas y con alta disciplina, con la ambición de lograr lo que les agrada al sentirse capaces de cumplir las actividades que están llevando a cabo. De acuerdo con Mateo y Valdano (2012) para ser un buen “líder se necesita tener un espíritu provocativo; se necesita una capacidad innovadora que dé el toque mágico que destierra el conformismo y la pasividad; hay que ver más allá o antes que los demás, o de forma distinta” (p. 43).
Cañas-Quirós (2001) asevera que “el liderazgo contribuye e incentiva el poder de la vocación en sus estudiantes, provocándoles una sensación grupal de destino y sentido, el cual sus acciones, sus capacidades, siempre son significativas e importantes en la consecución de un mismo propósito” (p. 66). En concreto, el liderazgo favorece la motivación en los docentes en función de su formación y habilidades. Todo líder, por consiguiente, permite generar los cambios y trasformaciones a las organizaciones de manera positiva para los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Además, le brinda al equipo docente la participación en cada una de las etapas en la toma de decisiones, la comunicación, las relaciones interpersonales y la motivación e incentivo en el ámbito laboral.
De igual manera, Bravo (2017) considera que es de vital importancia establecer el liderazgo pedagógico que ejercen los directivos, así como sus características, debido a que pueden conducir a todo su personal a convertirse, a su vez, en líderes efectivos. A partir de entrevistas semiabiertas y observación directa al personal de una institución, Bravo (2017) pudo detectar que “el liderazgo pedagógico se vincula con el quehacer administrativo y curricular, obteniendo logros pedagógicos que se traducen en buenas prácticas de gestión escolar” (p. 49). Esto significa que el liderazgo pedagógico de estos directivos está centrado en el aspecto administrativo y en el desarrollo del currículo; son líderes dedicados especialmente a fortalecer la gestión institucional. Desde los entes oficiales, se considera que debe existir en la educación “un liderazgo de carácter pedagógico que oriente el quehacer de la escuela con visión de futuro, en un marco de actuación ético, generando espacios de confianza y participación, en un ambiente que cautele el respeto y la inclusión de la comunidad” (MINEDUC, 2015, p. 9).
El liderazgo idóneo para los docentes de la escuela básica se valora en función de las destrezas, motivación y habilidades que emplea para decidir, generar, producir, innovar, gerenciar, pero también, sorprender e ir más allá de las situaciones; propiciando beneficios y resultados humanitarios anclados en la dirección, misión, visión, valores de una institución educativa. Consecuentemente, un líder educativo debe contar con las características de la voluntad y disposición (Fuentes-Salazar y Mollo-Avendaño, 2019), además de tener la “capacidad de articular propuestas y objetivos, asumir desafíos y resolver problemas de manera efectiva atendiendo a las consideraciones que plantea el contexto y a las complejidades del grupo humano involucrado” (p. 60)
La educación sexual en la formación
La facilitación para la educación sexual, como aspecto fundamental en la formación completa del niño y la niña, podría ser, al mismo tiempo, una respuesta a la existencia en armonía para toda la sociedad. Aguirre y Sandoval (2013) señalan que la educación sexual representa un proceso pausado, escalonado y complicado el cual proporciona un beneficio para toda la organización de la comunidad. Serrada (2013), a su vez, plantea que la educación sexual permite “a todos involucrarse con creciente responsabilidad y compromiso en las fases de análisis de esta realidad para encontrar un modelo alternativo que permita orientar acerca de la sexualidad” (p. 48). Los docentes, quienes no quieran estar al margen de las dinámicas de mejoras sociales, habrán de formarse en conocimientos y valores acerca de la sexualidad, preferentemente, sustentada en la perspectiva de género. Asimismo, es conveniente la formación en esta área, al tiempo que se combina con otros componentes de la formación sobre el medio ambiente, además de aspectos relacionados que contribuyan en la aportación de un programa coparticipativo de educación sexual (Mendoza, 2010).
Del mismo modo, Serrada (2013) sostiene que la mayoría de los docentes “a lo largo de su formación no cuentan con una preparación sobre sexualidad, sin dejar de lado la participación de los padres, que es fundamental en el proceso de formación sexual, pues incentiva el proceso de corresponsabilidad”. (p. 55). Al mismo tiempo, se piensa que este tema les incumbe principalmente a los profesores que imparten la asignatura Biología, debido a que no se alecciona en el hecho de que todo docente es asesor-orientador en cualquier aspecto de la vida y, por ende, debe ejercitarse en las habilidades de la conversación, la escucha, la empatía y, en el caso que nos ocupa, en la orientación de los temas concernientes a la educación sexual de niños, niñas y jóvenes.
Es relevante resaltar que se han presentado severas críticas al hecho de que, en Chile, los proyectos de “educación en afectividad, sexualidad responsable y de género en los establecimientos escolares reconocidos por el Estado, en los niveles de enseñanza parvularia, básica y media” sugeridos por especialistas (Facultad de Medicina. Universidad de Chile, 2020, párr. 2) no fueron aprobados por el Congreso de la República. Igualmente, Candia Astorga (2020) señala que existen serias incongruencias respecto a los marcos jurídicos y la presión de los sectores conservadores que asumen la sexualidad como una cuestión valórica y no social, de la cual son responsables las familias, dejando al Estado y a los mismos niñas, niños y jóvenes en un lugar periférico de la discusión. Por otra parte, (…) la sexualidad aparece como un ámbito velado e incluso morboso que se reduce a lo reproductivo y por tanto a lo clínico-biológico. (p. 3).
Lo anteriormente citado se relaciona directamente con el hecho de que en Chile se continúa impartiendo, hasta la fecha de recolección de datos de esta investigación (año 2019), una educación sexual solo a partir de la edad de los adolescentes como lo establece la Ley 20.418 (Congreso Nacional, 2010). Además, está específicamente dedicada a respaldar que “toda persona tiene derecho a recibir educación, información y orientación en materia de regulación de la fertilidad, en forma clara, comprensible, completa y, en su caso, confidencial” (Artículo 1). No se orienta sistemáticamente a los niños más pequeños, ni se trata de una sexualidad integral. Los programas y proyectos, en muchos casos, dependen de las instituciones educativas (Figueroa, 2012).
En Chile, según Reyes (2016), en los establecimientos escolares, la mayoría de los educadores se ven presionados mediante “una demanda compleja y de aleatoria procedencia, a desarrollar acciones pedagógicas sobre sexualidad, la mayoría de las veces con escasa claridad de los métodos para ejecutarlas y poca certeza de los objetivos que pueden alcanzar” (p. 2). Significa que la educación sexual en Chile ha tenido tropiezos en la ejecución de gestiones en las prácticas diarias de los docentes y que se continúa la lucha por un nuevo orden para su inclusión (APROFA, 2018).
Sobre las posibilidades de formar a los docentes en educación sexual, Méndez (2017) se dedicó a “desarrollar una propuesta de plan de clase para impartir educación sexual a los alumnos que se forman en la carrera educación media mención ciencias sociales” (p. 234). Este trabajo, llevado adelante con un enfoque mixto, descriptivo y comprensivo mostró las posibilidades de avanzar con individuos que serían líderes para sus estudiantes y además obtendrían competencias en el área de sexualidad humana. Las técnicas descriptivas cuantitativas además de la aplicación de cuestionarios, y otras técnicas de índole cualitativa como las entrevistas fueron de gran ayuda para recabar información. La población estuvo conformada por los alumnos, hombres y mujeres de entre 20 y 28 años de edad, que se forman en la carrera Educación Media, Mención Ciencias Sociales.
En los resultados obtenidos, más del ochenta por ciento (80.3%) de los alumnos de carrera docente consideran que los contenidos tratados en clase no son suficientes para tener conocimientos acerca de la educación sexual. Situación que puede considerarse de cierta gravedad y que Méndez (2017), analizó como una severa deficiencia, en combinación con el poco empleo y las escasas destrezas en materia de uso de las tecnologías (p. 291). En efecto, la preparación del docente es fundamental al momento de enseñar la educación sexual a los estudiantes, razón por la cual requiere de formación y programas acordes para alcanzar los conocimientos sobre el abordaje de la sexualidad y otros temas propios de nuestra realidad actual.
Contextualización de la investigación
El Colegio Kid’s World School, situado en la Comuna de Coquimbo, Provincia de Elqui, Región Coquimbo-Chile, no escapa de lo antes planteado, debido a que se ha registrado, a través de diálogos con los docentes que estos aprecian que su liderazgo es débil, por lo que no se sienten firmes, seguros y competentes al momento de abordar la educación sexual de los niños y niñas. En la institución, la educación sexual es asumida con un carácter informativo restringido a la elaboración de carteleras, trípticos, impresos, entre otros medios de carácter comunicativo. Además, los propios docentes confiesan el poco dominio para afrontar la sexualidad y sus implicaciones, en virtud, de que se encuentran llenos de temores y dudas, por lo que cuando desarrollan el tema se hace de manera muy ligera y rápida, refiriendo simplemente conocimientos básicos.
En las conversaciones previas para preparar los materiales e instrumentos los docentes informaron que existen niños y niñas que no conocen los nombres de sus genitales (apenas los llaman por nombres populares o familiares) y tienen una concepción desigual del nacimiento. Sobre ello, estos docentes con quienes se trabaron los diálogos se manifiestan un tanto inhábiles para abordar el tema y orientar a los pequeños. Esto se convirtió en parte del estímulo para realizar esta investigación.
Educación sexual y liderazgo docente
En el trabajo que nos ocupa, es posible afianzar la orientación de los niños y las niñas más pequeños, sobre el tema de la sexualidad, a través del liderazgo docente, dado que de allí surgen las primeras inquietudes y curiosidades sobre el tema. Navas-Tremont (2011) expresa que para los niños en edad preescolar es muy importante la educación sexual “ya que es en ese momento cuando deberían ser adecuadamente mediados por un docente con preparación y competencias indispensables para ello” (p. 94).
Hemos revisado que la educación sexual comprende un conjunto de fenómenos psico-sociológicos relevantes para los individuos y el mundo en general. Al mismo tiempo, se vincula a la sensibilidad y a los valores; extendiendo su amplitud más allá de la función reproductora, por lo que debe ser comprendida en el contexto más desarrollado de la sensualidad. Pacheco (2013) señala que la educación sexual “trata de impartir una información progresiva y adecuada de lo que es la sexualidad humana para su formación, tanto en lo biológico como en lo afectivo-social” (p. 3). Significa que la educación sexual centra su interés en una búsqueda continua y adecuada de la estabilidad y armonía física y psicológica y, por ende, en el desarrollo biológico, psíquico, afectivo, intelectual y social de cada uno de los individuos.
Nunca serán suficientes las lecturas, foros, charlas, talleres, seminarios, entre otros, en la escuela, ni los diálogos en el hogar, para responder las inquietudes y tener la oportunidad de transferir valores en función de cubrir las necesidades y la comprensión en el discernimiento de los conceptos referidos a la sexualidad. Los maestros y maestras deben llegar a alcanzar competencias aceptables a fin de transmitir a los niños una visión sobre la sexualidad para que sea percibido como un tema nativo, normal y saludable.
En esta dirección, se hace imprescindible el liderazgo, cuyo reto en esta época y en este universo globalizado, es imponente, debido a que las transformaciones exigen más competencias para liderar en la búsqueda de una educación más profunda. Esto se debe a que, en una sociedad de comunicaciones abiertas, digitales, inmediatas y casi incontrolables, la información sobre sexualidad, ya sea objetiva o distorsionada, está al alcance de los más pequeños.
Por lo tanto, la falta de liderazgo del docente trae como causas: desmotivación y apatía de emprender el tema de la sexualidad con los niños; persistencia de tabúes relacionados con la explicación acerca del nacimiento; desconocimiento de las concepciones que tienen los niños sobre la sexualidad y de los sentimientos hacia su propia sexualidad. En consecuencia, se hizo necesario revisar tanto las actitudes, como las aptitudes, además de la autopercepción del líder escolar (Gronn, 2003), factor muy importante en la consecución de la descripción y correlación total.
Metodología
El estudio se realizó bajo un enfoque cuantitativo debido a que se extrajeron datos numéricos de la realidad, para cuantificarlos, analizarlos y relacionarlos. Arias (2016) señala que el modelo cuantitativo es “un nivel de investigación referido al grado y profundidad que aborda un fenómeno u objeto de estudio para medirlo de acuerdo al enfoque utilizado por el investigador” (p. 21), por lo tanto, busca medir todos los elementos que se encuentran en el objeto de estudio, con la finalidad de describirlos, analizarlos e interpretarlos. Con este método pueden aplicarse cuestionarios para levantar datos numéricos “los cuales pueden ser analizados estadísticamente para verificar, aprobar o rechazar las relaciones entre las variables definidas operacionalmente” (Rodríguez Peñuelas, 2010, p. 66).
El diseño del estudio fue el propio de la investigación no experimental transeccional debido a que se observa el contexto en el cual ocurren los hechos sin ningún tipo de manipulación de las variables. De acuerdo con Hernández, Fernández y Baptista (2010) se “recolectan datos en un solo momento, en un tiempo único. Su propósito es describir variables y analizar su incidencia e interrelación en un momento dado” (p. 151). También, se inserta en el diseño transeccional descriptivo, debido a que se correlacionan dos variables en una determinada población en un grupo de personas, ámbito, fenómenos o comunidades (Hernández, Fernández y Baptista, 2010).
La muestra estuvo conformada por la población total de treinta y cinco (35) docentes de Educación Básica del Colegio Kid’s World School, comuna de Coquimbo, provincia de Elqui, región Coquimbo-Chile. Es decir, el criterio muestral fue seleccionar la población constituida por todos los docentes de este nivel.
La forma utilizada para recolectar los datos fue la encuesta la cual, según Arias (2016) es “una técnica que pretende obtener información que suministra un grupo o muestra de sujeto acerca de sí mismo, o en relación a un tema en particular” (p. 72). Dicha técnica intenta conseguir la información puntual y confidencial de los sujetos objeto de estudio directo, en el contexto investigado. Para la confección de este instrumento se procedió, en primer lugar, a operacionalizar las variables y a conformar la lista de los posibles ítems de acuerdo con sus indicadores (tabla 1).
Tabla 1
Operacionalización de variables
Objetivo |
Variable |
Indicadores |
Ítem |
1. Determinar las competencias como líderes de un grupo de docentes |
Liderazgo docente |
· Actitud positiva · Promoción de la capacitación docente · Aplicación de la comunicación efectiva · Práctica y fomento de la motivación · Toma de decisiones |
1.1. ¿Mantiene una actitud positiva hacia la praxis pedagógica que ejerce con los niños y niñas? 1.2. ¿Se promociona la capacitación sobre el liderazgo docente para la orientación de la educación sexual de los niños? 1.3. ¿Aplica la comunicación efectiva para la orientación de la educación sexual de los niños? 1.4. ¿Usa la motivación en el liderazgo docente para la orientación de la educación sexual de los niños? 1.5. ¿Utiliza la toma de decisiones para fomentar el liderazgo docente? |
2. Describir las habilidades de los docentes para impartir la educación sexual a niños y niñas de un grupo de docentes |
Orientación de la educación sexual |
· Aplicación de los principios orientadores de la educación sexual · Competencia de creencias · Inclusión de la familia · Uso de valores
|
2.1. Aplica los principios orientadores en la formación adecuada de la educación sexual en los niños y niñas. 2.2. Utiliza la competencia de creencias en la formación de la educación sexual en los niños y las niñas. 2.3. Involucra a la familia en la orientación de la educación sexual de los niños. 2.4. Usa los valores sociales en la orientación de la educación sexual. |
Fuente: elaboración propia
Se empleó como instrumento un cuestionario con escala de Likert. El método de escalamiento permite medir las actitudes de los sujetos a través de aseveraciones; de allí que el cuestionario estuvo conformado por cinco (5) alternativas de respuestas: Totalmente de acuerdo (TDA), De acuerdo (DA), Neutral (N), En desacuerdo (ED) y Totalmente en desacuerdo (TED). Estos grados fueros ubicados en el instrumento para obtener los niveles en las actitudes por parte de los docentes como líderes, y en cuanto a su disposición a orientar en el tema de la sexualidad.
La validez del instrumento se efectuó a través del análisis de contenido o juicios de expertos, con el propósito de obtener información y comprobar si los ítems reflejan claramente los objetivos que se pretenden lograr. Se seleccionaron tres expertos en el área de metodología, gerencia y psicología, a quienes se les hizo llegar, mediante comunicación escrita, el instrumento a ser evaluado y la hoja de observación con sus respectivas instrucciones. Los expertos, luego de algunos ajustes, llegaron a la conclusión de que el instrumento se encontraba adecuado para ser aplicado, razón por la cual tiene pertinencia, coherencia y claridad en la redacción de los ítems.
La confiabilidad del instrumento se determinó mediante la fórmula del coeficiente de Alfa de Cronbach. De acuerdo con Palella y Martins (2012) “es una de las técnicas que permite establecer el nivel de confiabilidad que es, junto con la validez, un requisito mínimo de un buen instrumento de medición presentado con una escala tipo Likert” (p. 168). En definitiva, los resultados obtenidos de la operatividad del coeficiente del Alfa de Cronbach señalaron que el instrumento técnicamente es muy confiable; obteniéndose un valor de un valor de 0.97.
El análisis de los datos se realizó en forma cuantitativa, por lo que se recurrió a los procedimientos de la estadística descriptiva, aplicando tablas de frecuencias u ocurrencias de las respuestas y sus respectivas proporciones. Sabino (2014) plantea que el procedimiento estadístico: “se nos presentará como un conjunto de tablas y medidas, a las cuales habrá que pasar en limpio calculando sus porcentajes y otorgándoles forma definitiva” (p. 96). A partir del empleo de la estadística descriptiva se logró ordenar los datos para luego hacer los pertinentes cálculos, con las operaciones básicas numéricas. Finalmente, se ubicaron los resultados en gráficos para la mejor apreciación de la correlación de variables.
Resultados y discusión
El análisis e interpretación se fundamentó en los preceptos teóricos establecidos en el marco referencial y en los hallazgos en la aplicación del instrumento. Al respecto, Arias (2016) indica que “el análisis estadístico más elemental consiste en elaborar una tabla de distribución de frecuencia absolutas y relativas o porcentajes, para generar un gráfico” (p. 136). Esto fue posible por la organización de los datos en cuadros de distribución de frecuencias y porcentajes, en datos no agrupados (ver tabla 2).
Tabla 2
Distribución de la frecuencia de la variable: liderazgo docente
N° |
Categorías
Planteamiento |
Totalmente de acuerdo |
De acuerdo |
Neutral |
En desacuerdo |
Totalmente en desacuerdo |
|||||
f |
% |
f |
% |
f |
% |
f |
% |
f |
% |
||
1 |
Mantiene una actitud positiva hacia la praxis pedagógica que ejerce con los niños y niñas. |
0 |
0 |
21 |
60 |
0 |
0 |
14 |
40 |
0 |
0 |
2 |
Se promociona la capacitación sobre el liderazgo docente para la orientación de la educación sexual de los niños y niñas. |
0 |
0 |
0 |
0 |
11 |
31 |
24 |
69 |
0 |
0 |
3 |
Aplica la comunicación efectiva para la orientación de la educación sexual de los niños y niñas. |
0 |
0 |
19 |
54 |
0 |
0 |
16 |
46 |
0 |
0 |
4 |
Usa la motivación en el liderazgo docente para la orientación de la educación sexual de los niños y niñas. |
0 |
0 |
9 |
26 |
0 |
0 |
26 |
74 |
0 |
0 |
5 |
Utiliza la toma de decisiones para fomentar el liderazgo docente. |
0 |
0 |
0 |
0 |
10 |
29 |
25 |
71 |
0 |
0 |
Fuente: elaboración propia
En la tabla 2, en el planteamiento 1, el 60% de los docentes respondió en el nivel De acuerdo que mide la actitud positiva hacia la praxis pedagógica que ejerce con los niños y niñas; el 40% escogió la alternativa En desacuerdo. En el planteamiento 2, el 69% de los educadores marcaron el nivel En desacuerdo acerca de que el gerente promociona la capacitación sobre el liderazgo docente para la orientación de la educación sexual de los niños y el 31% marcó la alternativa Neutral.
En el planteamiento 3, sobre si aplican la comunicación efectiva para la orientación de la educación sexual de los niños se observó que el 54% de los docentes respondieron en el nivel De acuerdo y el 46% en la alternativa En desacuerdo. En el planteamiento 5, el 74% de los profesionales de la docencia señalaron estar En desacuerdo en cuanto al uso de la motivación en el liderazgo docente para la orientación de la educación sexual de los niños y el 26% en la alternativa De acuerdo. En el planteamiento 6, sobre si utilizan la toma de decisiones para fomentar el liderazgo docente, el 71% de los docentes manifestó estar En desacuerdo y el 29% eligió la alternativa Neutral.
A partir de los resultados se infiere que los educadores manifiestan una actitud satisfactoria hacia la praxis pedagógica que ejercen con los niños y las niñas. Sin embargo, declaran una apreciación negativa hacia las acciones de los directivos en la promoción de la capacitación sobre el liderazgo docente para la orientación de la educación sexual de los niños. Un aval sobre este tipo de resultados se encuentra en un estudio realizado por Jaime (2015) en donde expone: “las desacertadas decisiones de los directivos afectan el desempeño de los docentes pues muchos de ellos se quejan porque la institución no toma en cuenta sus opiniones y expectativas” (p. 38). Significa que en variadas oportunidades los gerentes de las instituciones educativas relegan la atención al docente en sus intereses y, especialmente, en oportunidades de aprender el abordaje de la educación sexual mediante cursos de capacitación.
Por otra parte, se observa que sí utilizan la comunicación efectiva al momento de abordar la educación sexual. No obstante, existe ausencia de motivación y escasa toma de decisiones como elementos primordiales del liderazgo, al momento de tratar un tema tan importante como lo es la educación sexual. Se deduce que esto forma parte de la falta de apoyo y el escaso incentivo para el aprendizaje de las competencias que desarrollen la toma de decisiones. Esto se relaciona con la investigación efectuada por Horn (2013) cuando plantea que el liderazgo debe respaldarse en los pilares fundamentales del apoyo técnico, motivación, toma de decisiones, monitoreo de aprendizajes, manejo de emociones y la organización de las clases significativas por parte de los docentes. El liderazgo docente busca motivar a los profesores a efectuar un trabajo más colaborativo, compartido con los integrantes de la escuela y demostrar las habilidades basadas en la confianza mutua, la comunicación, toma de decisiones compartidas. En cuanto la variable “orientación de la educación sexual” se procesaron los datos de frecuencias y porcentajes en la tabla 3:
Tabla 3
Distribución de la frecuencia de la variable orientación de la educación sexual
N° |
Categorías
Planteamiento |
Totalmente de acuerdo |
De acuerdo |
Neutral |
En desacuerdo |
Totalmente en desacuerdo |
|||||
f |
% |
f |
% |
f |
% |
f |
% |
f |
% |
||
6 |
Aplica los principios orientadores en la formación adecuada de la educación sexual en los niños y las niñas. |
0 |
0 |
0 |
0 |
3 |
9 |
25 |
71 |
7 |
20 |
7 |
Utiliza la competencia de creencias en la formación de la educación sexual en los niños y las niñas. |
0 |
0 |
23 |
66 |
4 |
11 |
8 |
23 |
0 |
0 |
8 |
Involucra a la familia en la orientación de la educación sexual de los niños y niñas. |
0 |
0 |
0 |
0 |
3 |
9 |
20 |
57 |
12 |
34 |
9 |
Usa los valores sociales en la orientación de la educación sexual. |
0 |
0 |
10 |
29 |
3 |
9 |
22 |
62 |
0 |
0 |
Fuente: elaboración propia
En la tabla 3, en el planteamiento 6: Aplica los principios orientadores en la formación adecuada de la educación sexual en los niños y las niñas, los docentes correspondientes al 71% seleccionaron el nivel En desacuerdo; el 20% indicó que estaba Totalmente en desacuerdo y el 9% Neutral. Sobre el planteamiento 7, el 66% de los docentes indicaron la categoría De acuerdo, pues utilizan la competencia de creencias en la formación de la educación sexual de los niños y las niñas, el 23% está En desacuedo y el 11% es Neutral. Los resultados nos llevan a inferir que a los docentes les hace falta aplicar los principios orientadores en la educación sexual. Sin embargo, estan favorablemente de acuerdo con utilizar las creencias en la formación de los niños en el tema de la educación sexual.
Esto se relaciona directamente con el estudio de Cruz, (2011) en donde se refleja que la orientación en educación sexual proporciona instrucciones teóricas y prácticas en provecho de cualidades para el docente. Del mismo modo, se puede afirmar que este grupo de docentes esperan relacionar su liderazgo con las competencias de la orientación en educación sexual, para formar individuos en el respeto, sensatez, juicio y en especial puedan fortalecer el desarrollo biopsicosocial para enfrentar a la sociedad, de manera saludable y libre de tabúes.
Por otra parte, en el planteamiento 8, el 57% de los docentes manifestaron estar En desacuerdo en cuanto a que en la dinámica escolar se involucra a la familia en la orientación de la educación sexual de los niños; el 34% se ubicó en la alterativa Totalmente en desacuerdo y el 9% se mantuvo Neutral. Sobre el planteamiento 9, el 62% de los encuestados indicaron que se encuentran De acuerdo en cuanto a que utilizan los valores sociales en la orientación de la educación sexual; el 22% respondió en la alternativa En desacuerdo y 9% Neutral. Se infiere que los profesionales de la docencia carecen de planes para acciones que permitan integrar a las familias en la orientación de la educación sexual; sin embargo, sí han revelado que refuerzan los valores sociales al momento del desarrollo de los contenidos sobre sexualidad.
En esta instancia, es conveniente recordar el estudio realizado por Caricote (2008) en donde se refleja que la educación sexual debe contribuir con el desarrollo de una sexualidad sana desde la niñez. Uno de los obstáculos más frecuentes es la imposibilidad de expresarse con claridad frente a los niños, responder sus interrogantes y esquivar las prohibiciones. De allí la importancia y relevancia de que los padres se involucren y sean entes activos en la comunicación diaria con sus hijos y maestros con respecto a la educación sexual. Ocurre lo mismo ante el hecho de la imperiosa necesidad de que los docentes se capaciten en la enseñanza de la educación sexual (Núñez Calderón, 2019).
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2018) también reseña que es importante estimular a los niños para que desarrollen pensamiento crítico, destrezas, experiencias, cualidades y valores éticos-sociales que beneficien la salud, prosperidad y dignidad. Todas estas cualidades fundamentadas en el respeto, responsabilidad, cooperación y protección de sus deberes y derechos a lo largo de la vida.
Finalmente, se pueden observar las frecuencias sobre la variable liderazgo docente en la figura 1. Allí se distingue, de manera gráfica, cómo la mayoría de las respuestas de los docentes reflejan estar en desacuerdo con el hecho de que se han adquirido capacidades, habilidades y competencias para el liderazgo, aun cuando consideran que los docentes en general están bien dispuestos para ello. Con respecto a la variable orientación de la educación sexual (ver figura 2), los docentes la generalidad de las veces están en desacuerdo con respecto a que se poseen suficientes aptitudes para la orientación, aunque juzgan que la mayoría de los maestros y maestras sí tienen una buena actitud. Inclusive, una alta frecuencia llega a estar en total desacuerdo con el hecho de que se involucran a las familias o se aplican los principios orientadores más idóneos para impartir la educación sexual, pero están dispuestos a ello. Esto coincide totalmente con la investigación de Navas-Tremont (2011) quien encontró que un grupo de estudiantes de carrera docente “tienen bajo y muy bajo nivel de formación acerca de educación de la sexualidad en preescolar en relación a sus conocimientos, habilidades y expectativas, sin embargo, contradictoriamente muestran un alto nivel actitudinal” (p. 105). Estas afirmaciones respaldan nuestra postura sobre las necesidades inminentes de formar a los docentes en esta área y respaldarlos en la consecución de sus habilidades como líderes.
Figura 1
Frecuencia del liderazgo docente
Figura 2
Frecuencia orientación de la educación sexual
En síntesis, al comparar las dos variables, encontramos que se correlacionan de forma directamente proporcional. La frecuencia entre las dos variables es similar en la categoría En desacuerdo, debido a que ello responde a dos amplias dimensiones: la formación en las competencias como líderes y las habilidades para orientar en educación sexual. Se ha encontrado que los docentes encuestados consieran que la mayoría de los docentes no han alcanzado ni las competencia, ni las habilidades por lo que existe una estrecha correlación, aun cuando están dispuestos a su formación y perfeccionamiento.
Conclusiones
En la investigación se plantearon tres objetivos específicos que fueron cumplidos en el desarrollo de todo el procedimiento. A partir de los resultados alcanzados se puede concluir que los educadores del Colegio Kid’s World School estiman que la mayoría de los docentes necesitan capacitación para mejorar sus aptitudes en el liderazgo docente y en las habilidades para el abordaje de la orientación de la educación sexual de los niños y niñas. Para ello se requiere de personal directivo y cuerpo docente altamente comprometidos para diagnosticar y atender las debilidades que podría presentar el personal docente en todas sus funciones administrativas, académicas y pedagógicas (Mateo y Valdano, 2012).
Del mismo modo, la relación que se ha encontrado entre el liderazgo y la educación sexual indica que los docentes requieren consolidar sus propias destrezas y con ello las habilidades cognitivas y los procesos comunicacionales que le permitan promover el fortalecimiento del área psicosocial de los niños. Sus aptitudes y disposiciones para la detección de factores de riesgo coadyuvarán a prevenir una información sexual inadecuada, a la cual están expuestos todos los niños y niñas. Surge, entonces, la noción del carácter preventivo, mediante acciones que permiten fortificar valores para hacer consciente al estudiante sobre el significado de un estilo de vida sano y favorable en el desarrollo de su sexualidad (Pastén, 2017).
Por último, es necesario recalcar el hecho de que con un liderazgo firme y una postura amplia y colaborativa los docentes se sentirán en mayor disposición y con mejores competencias para cumplir su papel de un buen comunicador que es uno de los roles que debe desempeñar todo educador. Ser guía y buen escucha, maestro y orientador son funciones que deben cumplirse para el logro de una educación integral.
Implicaciones pedagógicas
Las implicaciones pedagógicas del estudio están vinculadas con el aporte a los líderes educativos al promover actitudes positivas hacia la educación sexual, con el fin de que se conviertan o continúen siendo garantes proactivos, innovadores y participativos en la educación. De esta manera, se cumple con el rol de impartir la enseñanza en el aula, y se incentiva a que se dispongan a asesorar a los padres de familia o apoderados quienes, desde el hogar, deben comprometerse responsablemente en la formación de hábitos, habilidades y destrezas en el conocimiento relacionado con la sexualidad, para formar a los niños y niñas en el aspecto biopsicosocial de la forma más adecuada y saludable.
Debe tenerse en cuenta, paralelamente, que existen ingentes avances tecnológicos, a través de los cuales los niños tienen acceso a Internet y a información digitalizada sobre temas vinculados con la sexualidad. La curiosidad por conocer ese mundo les lleva a una búsqueda constante y, en oportunidades, los mensajes allí suministrados no están adecuados a sus edades o se encuentran, francamente, distorsionados; por ello, los docentes, desde las escuelas, deben adelantarse y orientar a los más jóvenes en todos los campos.
Por otra parte, se abre el abanico para futuras investigaciones, que relacionen el liderazgo docente con el tema de la formación en educación sexual, siempre teniendo en cuenta las demandas del contexto social en función de dar respuestas a las exigencias actuales y ofrecer a las futuras generaciones una formación significativa de carácter ciudadano, científico y humanístico. Todo ello contribuirá a que los niños desarrollen su sexualidad libre de prohibiciones y creencias equivocadas, al tiempo que se integren socialmente con sus docentes, la familia y la institución educativa.
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[1] Marlenis Marisol Martínez-Fuentes. Doctora en Ciencias de la Educación, Universidad Fermín Toro, Venezuela. Magíster en Educación, mención Gerencia Educacional, UPEL. Licenciada en Educación Integral, mención Castellano y Literatura y Ciencias Naturales, UNELLEZ. Institución de adscripción: Universidad Miguel de Cervantes, Santiago de Chile.
[2] Amely Dolibeth Vivas Escalante. Doctora en Ciencias de la Educación. Magíster en Planificación Educativa. Especialista en Evaluación Educacional. Licenciada en Educación, mención Matemática. Institución de adscripción: Universidad Miguel de Cervantes, Santiago de Chile.
[3] Doris Josefina Solís Mejías. Magíster en Gerencia y Liderazgo en Educación. Licenciada en Educación Integral, mención Castellano y Literatura y Ciencias Sociales. Institución de adscripción: Universidad Miguel de Cervantes, Santiago de Chile.