Youth leadership: Alternative for citizen participation in basic secondary students
Leadership jeunesse : Alternative de participation citoyenne chez les collégiens
Recibido: octubre 2021 / Aprobado: abril 2022 / Publicado: junio 2022
RESUMEN
El artículo que se presenta a continuación tuvo como objetivo analizar elementos teóricos para el fortalecimiento del liderazgo juvenil, como alternativa de participación ciudadana en estudiantes de básica secundaria. Fue una investigación de tipo documental, para la cual se tomaron seis estudios entre artículos científicos y tesis en formato digital. Los resultados de las investigaciones seleccionadas reflejaron que los jóvenes no son tenidos en cuenta en las escuelas al momento de tomar alguna decisión, ya que persiste una concepción tradicional de la adolescencia, en la cual prevalece la imagen de un sujeto adolescente inmaduro e incapaz de tomar decisiones sobre aspectos importantes de su vida. Las conclusiones apuntaron a que la educación debe brindar a los educandos oportunidades para erradicar la pasividad y el conformismo social, mediante prácticas reales de liderazgo y participación ciudadana.
Palabras claves: Liderazgo juvenil; Jóvenes; Participación ciudadana
ABSTRACT
The article presented below aims to analyze theoretical elements for the strengthening of
youth leadership, as an alternative for citizen participation in high school students. It was a documentary-type research, for which studies of scientific articles and theses were taken in digital format. The results of the selected investigations reflect that young people were not taken into account in schools when making a decision, since a traditional conception of adolescence persists, in which the image of an immature adolescent subject and incapable of making decisions prevails. decisions about important aspects of your life. The conclusions point out that education should provide learners with opportunities to eradicate passivity and social conformism, through real practices of leadership and citizen participation.
Key words: Youth leadership; Youth; Citizen participation
RÉSUMÉ
L'article présenté ci-dessous vise à analyser des éléments théoriques pour le renforcement du leadership des jeunes, comme alternative à la participation citoyenne chez les lycéens. Il s'agit d'une recherche de type documentaire, pour laquelle des études d'articles scientifiques et de thèses ont été réalisées sous format numérique. Les résultats des enquêtes sélectionnées reflètent que les jeunes ne sont pas pris en compte dans les écoles lors de la prise de décision, car une conception traditionnelle de l'adolescence persiste, dans laquelle l'image d'un sujet adolescent immature et incapable de prendre des décisions sur des aspects importants prévaut de ta vie. Les conclusions soulignent que l'éducation devrait offrir aux apprenants des opportunités d'éradiquer la passivité et le conformisme social, à travers de véritables pratiques de leadership et de participation citoyenne.
Mots-clés : Leadership jeunesse; Jeunesse; Participation citoyenne
Los líderes son considerados personas o grupos de personas competentes en el arte de conducir a una comunidad en la construcción de un futuro deseable. Por lo tanto, al hablar de líderes se hace referencia a aquellos hombres y aquellas mujeres que cambiaron el curso de sus sociedades, conduciéndolas a un futuro distinto del que habrían tenido de no mediar su existencia (Rojas y Gaspar, 2006). En este sentido, a lo
largo de la historia de la humanidad el liderazgo se ha convertido en un tema de interés que ha generado grandes investigaciones que han arrojado diversas perspectivas, modelos y enfoques. Lo que ha permitido que, en la actualidad en todas las organizaciones e instituciones, indistintamente del ámbito al que pertenezcan, se desarrollen prácticas de liderazgos porque ha quedado respaldado científicamente que ejercer un buen liderazgo logra la participación activa de una comunidad, mediante el esfuerzo de todos sus miembros por convicción propia, para alcanzar los objetivos propuestos Rojas y Gaspar (2006).
No obstante, el liderazgo o las prácticas de liderazgos generalmente están enfocadas en personas adultas, formar líderes y liderazgos en la adultez, por lo que los jóvenes quedan excluidos, a pesar de que según información de la Organización de las Naciones Unidas (2020) en la actualidad, hay 1.200 millones de jóvenes de 15 a 24 años, lo que representa el 16% de la población mundial. Específicamente en el contexto latinoamericano, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2020), sostiene que la población joven es cercana a los 160 millones de personas en la región y en algunos países su proporción seguirá en un aumento significativo en las próximas décadas. Por lo que exhorta a los países a tener en cuenta la necesidad de brindarle a dicha población una mayor calidad educativa con una formación pertinente y mejor preparación para el aprendizaje a lo largo de toda la vida.
Asimismo, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2016), Alicia Bárcena, en la XXV Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno, hizo un llamado para potenciar a los jóvenes como actores estratégicos del desarrollo. Lo que inevitablemente lleva a pensar en el liderazgo juvenil, pues, como lo afirman García y Schiffrin (2010), los jóvenes son actores sociales con un gran potencial para transformar las realidades que flagelan a la población latinoamericana. En consecuencia, opinan estos autores que “los jóvenes son un sector invisibilizado desde los ámbitos gubernamentales y algunos sectores de la sociedad civil. Ellos son objeto de políticas asistenciales y no son considerados como sujetos potencialmente transformadores” (p. 20).
En el sector educativo la situación no es diferente, ya que como sostiene Vaillant (2015), se habla de liderazgo escolar para asegurar la calidad educativa, sin embargo, las investigaciones se circunscriben en su mayoría, a tratar la figura del líder y el liderazgo desde el punto de vista de los roles, funciones y tareas del personal directivo y docente, poca referencia se hace al liderazgo juvenil. Al respecto, cabe señalar que la CEPAL (2020), destaca que el secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos expresa que “la inversión en innovación, educación y empleo dirigida a los segmentos juveniles es central para generar bases sólidas en pro del logro de los objetivos de cambio estructural para la igualdad” (p. 1). Así mismo se recalcó la necesidad de hacer una revisión de los programas curriculares de los países latinoamericanos, de tal modo que estos apunten al desarrollo de competencias para el mundo laboral, que respondan a las nuevas realidades virtuales y revolución digital que se incrementó por la pandemia del virus covid-19.
En este sentido, el liderazgo juvenil es determinante, ya que permite que esta población tenga una participación para poder responder a los distintos retos que la sociedad y el momento histórico demandan y, se constituyan como sujetos plenos y autónomos con un devenir histórico propio, por lo que no puede estar desvinculada del proceso social y político que se esté viviendo Macassi (2002). Ejemplo de ello, fueron los sucesos vividos recientemente en Colombia a inicios del año 2021, cuando en el paro nacional convocado por las centrales obreras, en rechazo a la reforma tributaria, fueron miles de jóvenes de todo el país los que encabezaban las marchas y protestas, exigiendo derechos básicos como la educación, la salud y trabajo digno. Desafortunadamente en este reclamo de sus derechos muchos perdieron la vida y otros fueron desaparecidos.
Esta realidad y todo lo expuesto han llevado a la autora del artículo a plantearse como objetivo, analizar elementos teóricos para el fortalecimiento del liderazgo juvenil, como alternativa de participación ciudadana en estudiantes de básica secundaria, por ser este un escenario donde poco se ha abordado el liderazgo juvenil con dicha connotación. Además, el nivel de educación básica secundaria se caracteriza porque su población estudiantil: empieza a tener un alto nivel de interactividad en distintos ámbitos; son más conscientes de sus deberes y derechos como ciudadanos; fortalecen su personalidad,
nivel de criticidad y autonomía; definen metas, aspiraciones, talentos; se acentúan las habilidades, destrezas y capacidades de los educandos y; descubren intereses y gustos políticos, sociales, culturales, entre otros.
Por lo tanto, se considera que la población juvenil, que recibe educación secundaria, es un escenario propicio para promover prácticas de liderazgo juvenil, dirigidas a conformar espacios de participación política, social y comunitaria, basadas en el desarrollo del pensamiento crítico y la resolución pacífica de conflictos como elementos fundamentales para una sociedad democrática, con igualdad de derechos y de deberes para todos, indistintamente de la posición social o de las creencias que se tengan. En definitiva, para una adecuada participación ciudadana.
No obstante, lograr que los individuos tengan una participación ciudadana enmarcada dentro de los principios antes mencionados no es una tarea sencilla ni a corto plazo, de allí la importancia de abordar desde el nivel de educación secundaria el tema del liderazgo juvenil, porque representa una alternativa para que los jóvenes se empoderen y asuman las responsabilidades dirigidas al desarrollo humano y al beneficio común. Pues con el liderazgo y participación juvenil, como bien lo plantea Navarro (2021), se promueve; la igualdad de oportunidades entre estudiantes de diferentes contextos sociales; la integración social porque permite desarrollar sentido de valoración y respeto; propicia el desarrollo de la confianza en las personas, lo que se traduce en un impulsor de acciones ante los problemas que se presentan y crea personas resolutivas, ya que favorece el cuestionamiento de las acciones, es decir, el carácter crítico, que evita la pasividad y conformismo social.
Uno de los desafíos sociales que tiene la educación en la actualidad, es romper con viejos esquemas mentales, donde los jóvenes se conciben únicamente como una población vulnerable que no es capaz de enfrentar las diversas situaciones problemáticas de la sociedad. Todo lo contrario, deben ser considerados como actores capaces de
transformar realidades y asumir responsabilidades. Tal como lo plantea Durán (2018), en la nueva Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible establecida por la Organización de Naciones Unidas, los jóvenes están llamados a ser actores esenciales en el logro de los 17 objetivos propuestos. Al vivir en una sociedad que continuamente está inmersa en cambios y avances tecnológicos y científicos, los jóvenes están en capacidad de liderizar y producir cambios para ellos, para sus comunidades y para el resto del mundo; desde los diferentes escenarios donde se desenvuelven.
Estas ideas ponen de manifiesto la relevancia actual de la juventud como grupo poblacional clave en la implementación de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible, ya que pueden aportar enfoques innovadores y soluciones novedosas. De igual forma, pueden monitorear y hacer el seguimiento sobre la implementación de los objetivos, siendo promotores entre generaciones para que la Agenda 2030 se haga realidad. En este sentido, es necesario el reconocimiento del liderazgo juvenil y de los jóvenes como verdaderos actores sociales e interlocutores de sus identidades sociales y culturales, necesidades, perspectivas, miradas y sueños. La población joven constituye un conglomerado de personas y de subjetividades que pueden ayudar a mitigar grandes problemas sociales como: la corrupción, el individualismo, inequidad, injusticia social, discriminación, entre otros. Y crear otros horizontes de construcción y transformación de la realidad circundante (García y Schiffrin, 2010).
Asimismo, explican los autores referidos que el liderazgo juvenil demanda organización social, lo que implica que los jóvenes deban tomar en cuenta diferentes perspectivas, reflexionar, tomar decisiones, llevar a cabo procesos comunicativos. También involucra responsabilidad, equidad en la distribución de tareas, reciprocidad y desarrollar conciencia de comunidad. Además, desde la visión de Koerich (2017) los liderazgos juveniles fomentan la construcción de la cultura de paz y prevención de la violencia.
Las sociedades están conformadas y organizadas por múltiples asociaciones, organizaciones, instituciones, movimientos, redes de ciudadanos, entre otras
agrupaciones. En sociedades democráticas como la colombiana, por medio de dichas agrupaciones se experimenta la democracia y la producción institucional de la misma, a través de la participación y la deliberación extendida y efectiva. Donde se entiende la participación y la deliberación aspectos esenciales para la participación ciudadana. Por esta razón, según Torres (2001), la importancia y la necesidad de la participación ciudadana, dentro de las sociedades centro de interés social y educativo. Puesto que la participación ciudadana en la sociedad civil es fundamental en la eficacia y sustentabilidad en la ejecución de las políticas y los proyectos de desarrollo para la democratización, modernización y gobernabilidad.
Para Velásquez y González (2003) la participación ciudadana debe ser concebida como un “proceso social que resulta de la acción intencionada de individuos y grupos en busca de metas específicas, en función de intereses diversos y en el contexto de tramas concretas de relaciones sociales y de poder (p. 20). También señala que en ese proceso intervienen fuerzas sociales por medio de sus representantes en aras de mantener, reformar o transformar los sistemas vigentes de organización social y política. Además, permite mejorar la eficiencia y la eficacia de la gestión pública al influir en la construcción de consensos. En el caso de Colombia especifican los autores que, la participación ciudadana surgió y se ha desarrollado en condiciones de creciente desigualdad social. Por lo que resulta de gran interés en la temática abordada en este artículo, pues reafirma la pertinencia de promover la participación ciudadana desde el liderazgo juvenil.
Las anteriores perspectivas, sobre el liderazgo juvenil y la participación ciudadana, enriquecen, ratifican y permiten reflexionar sobre la importancia de la población juvenil; la cual no solo ha de tenerse en cuenta en calidad de receptora de las políticas educativas y gubernamentales, sino que debe considerarse seriamente su rol transformador, de tal manera que no se menosprecie su potencial y capacidad de participar y generar cambios. Vale tener en cuenta también que, en la mayoría de las escuelas, la población juvenil comprende más del 80%, pero las decisiones son tomadas desde la parte administrativa; desaprovechando la oportunidad de formar buenos líderes, capaces de deliberar y hacer consensos, aprovechando al máximo, espacios tan
importantes de participación, como son el gobierno escolar y el consejo estudiantil. Definitivamente los jóvenes necesitan urgentemente ser reconocidos.
El estudio realizado fue de tipo documental. Y se realizó a partir de planteamientos teóricos de diferentes autores; a saber: Pérez y Ochoa (2017), Ramírez (2019), Reyes (2020), Contreras y Díaz (2020), Gutiérrez (2016) y Sánchez (2016). En este sentido, se centró la atención en los hallazgos y conclusiones arrojadas en cada investigación para buscar comprender y aportar elementos teóricos que fundamenten trabajar el liderazgo juvenil como alternativa de participación ciudadana en los estudiantes de educación secundaria. Para lograrlo, una vez compilada la información se organizó y realizó el arqueo de fuentes, para luego hacer el análisis e interpretación de los planteamientos y obtener los aportes del artículo.
Estos se agruparon en cuadros y se presentan en dos partes. Los primeros resultados corresponden a los artículos científicos y, en segundo lugar, están expuestos los pertenecientes a las tesis.
CUADRO 1. Formació | n ciudadana. |
Autores | Pérez Galván, L M y Ochoa Cervantes, A (2017). |
Título del artículo | La participación de los estudiantes en una escuela secundaria. Retos y posibilidades para la formación ciudadana. |
Documento | Artículo |
Objetivo | Realizar prácticas de participación para coadyuvar en la formación de la ciudadanía activa. |
Postulados | La escuela debe formar para la democracia, entendida como una forma de vida en la que los ciudadanos participan activamente de los asuntos públicos de su comunidad. |
Hallazgos |
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Conclusiones |
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CUADRO 2. Compete | ncias del liderazgo juvenil. |
Autor | Ramírez Marchena, J C (2019) |
Título del artículo | Estrategias para el desarrollo de las competencias ligadas al liderazgo estudiantil en los aprendientes de 1ro de secundaria de la escuela Carmen N. Martínez Bonilla. |
Documento | Artículo |
Objetivo | Desarrollar estrategias que ayuden al mejoramiento de las competencias de liderazgo en los estudiantes de 1ro de secundaria de la escuela Carmen Natalia Martínez Bonilla. |
Postulados | El mantenimiento del orden social requiere de liderazgo y líderes capaces que puedan llevar hacia delante la nación, por este motivo se tiene la necesidad de preparar líderes capaces y con las competencias adecuadas para el desempeño de su función. |
Hallazgos |
El 90% de los docentes encuestados dicen que en sus respectivas áreas no encuentran de forma clara ninguna competencia específica que sea propia de las cualidades de un líder. |
Conclusiones |
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CUADRO 3. Adolesc | entes, formación ciudadana y participación. |
Autor | Reyes Juárez, A (2020) |
Título del artículo | Adolescentes, formación ciudadana y participación: una reflexión desde la escuela secundaria |
Documento | Artículo |
Objetivo | Analizar los referentes y alcance del Proyecto Sociedades de Alumnos implementado en las escuelas secundarias del Distrito Federal. |
Postulados | Los adolescentes, al igual que las personas que han alcanzado la adultez, son sujetos de derechos y deberes; todos somos sujetos de derechos. |
Hallazgos |
ciudadana no es sólo cuestión de principios y valores. |
Conclusiones |
basados en la compresión de la realidad compleja de los adolescentes. |
La revisión de las diversas investigaciones arroja información que reafirma la necesidad de fortalecer el liderazgo juvenil, como alternativa de participación ciudadana en estudiantes de básica secundaria. En relación con el liderazgo juvenil se refleja que los jóvenes no son tomados en cuenta en las escuelas al momento de tomar alguna decisión, ya que desde la perspectiva de Reyes (2020), persiste una concepción tradicional de la adolescencia, en la cual prevalece la imagen de un sujeto adolescente inmaduro e incapaz de tomar decisiones sobre aspectos importantes de su vida, por tanto, la escuela debe responsabilizarse y poner límites y restricciones, y además decidir el momento y los espacios donde pueden ejercer sus derechos.
Lo que acarrea como consecuencia, según el autor citado, que las instituciones escolares de educación secundaria se mantengan de espaldas a las realidades de los adolescentes y sordas a lo que ellos tienen que decir, limitando sus derechos, la posibilidad de desarrollar su subjetividad, su capacidad de elegir y optar, de definir un proyecto de vida e impidiendo su capacidad en la construcción de su identidad.
Ahora bien, como se puede inferir a partir de los resultados, tampoco se puede hablar de prácticas de participación ciudadana de los estudiantes en las instituciones de educación secundaria. Según Pérez y Ochoa (2017), la participación de los estudiantes en el aula es bastante limitada y básica, pues responde a la apertura o guía del adulto, que son formas de participación simple, puesto que los alumnos no inciden en la toma de decisiones de las actividades que se realizan. Para que exista una participación genuina es necesario que los estudiantes, tengan la posibilidad de opinar y de exigir, y que esas opiniones sean tomadas en cuenta.
Para ello propone Reyes (2020), una acción pedagógica en torno al desarrollo de competencias que contribuyan en la formación de un sujeto autónomo capaz de hacer frente a los problemas en los distintos ámbitos de su vida; de aprender por sí mismo para adaptarse a los cambios constantes que un mundo dinámico experimenta, y participar de manera responsable e informada en los asuntos públicos. En este sentido, la formación ciudadana debe convertirse en uno de los propósitos centrales de la educación básica en general y de la educación secundaria en particular.
No obstante, estos proyectos deben ser gestionados democráticamente, lo cual implica el involucramiento de todos los sujetos que conforman la institución; para que los alumnos puedan vivir experiencias significativas de formación ciudadana, con participación real, activa y genuina en los asuntos que son de su interés, al tiempo que tienen mayor libertad de expresión. En definitiva, proyectos enmarcados en el valor de la solidaridad, participación democrática, convivencia, respeto a la diversidad, honestidad, justicia, compromiso y responsabilidad, entre otros. (Pérez y Ochoa, 2017; Ramírez, 2019).
Otro aspecto importante que arrojan estos resultados lo describe Ramírez (2019), y está vinculado con el hecho de que estilo de liderazgo que implemente el equipo directivo del centro educativo influye de forma directa en el desarrollo del liderazgo que se dé entre los estudiantes. En tal sentido, si el liderazgo gerencial institucional se muestra de una forma abierta y permite el libre desarrollo de los grupos escolares, como por ejemplo con el desempeño de los consejos de curso y el consejo escolar, y si da apertura al correcto desarrollo de proyectos participativos de aula, los estudiantes podrán mejorar sus habilidades de liderazgo.
Solo de esta manera, se puede constituir una escuela secundaria para adolescentes que puedan responder pertinentemente a los requerimientos sociales y educativos, presentes y futuros. Además, se les brindaría herramientas, conocimientos, habilidades, actitudes y valores que resultan indispensable para conocer y comprender su mundo y las distintas dimensiones que lo conforman. En definitiva, hay que estar dispuestos a aprender de ellos (Reyes, 2020).
Autores | Contreras Olivares, M M y Díaz Pérez, D D (2020) |
Título del artículo | Promoción del liderazgo y participación en estudiantes miembros del gobierno escolar de la escuela rural bajo blanco: un estudio de caso |
Documento | Tesis |
Objetivo | Aplicar una estrategia pedagógica que promueva el liderazgo y la participación, en el desempeño de los estudiantes miembros de los diferentes órganos del gobierno escolar de la Escuela Rural Bajo Blanco del municipio de Moñitos Departamento de Córdoba. |
Postulados | Las estrategias pedagógicas pueden fortalecer la operatividad de los estudiantes miembros del Gobierno Escolar lo que beneficia el liderazgo y la participación ciudadana y crea espacios para la práctica del ejercicio democrático. |
Hallazgos |
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Conclusiones |
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Autor | Gutiérrez Rojas, A (2016). |
Título del artículo | Aproximaciones a la Participación Juvenil Escolar en Chile desde las políticas Educativas. |
Documento | Tesis |
Objetivo | Conocer y analizar los lineamientos de participación juvenil escolar generados desde la política educativa. |
Postulados | La revisión de las políticas educativas vigentes en la sociedad chilena, y específicamente aquellas relacionadas con el tema de participación escolar juvenil permitirá abrir una discusión en torno al tema, y así avanzar hacia la proposición de soluciones efectivas respecto a esta problemática que aqueja a la realidad social y educativa chilena |
Hallazgos |
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hacia las bases estudiantiles; avanzar en diseñar espacios de encuentro entre los miembros de la comunidad educativa. | |
Conclusiones |
y creadores de una nueva sociedad. . |
Autor | Sánchez Guamba. P A (2016). |
Título del artículo | Liderazgo Comunitario dirigido a jóvenes de noveno y décimo año de educación básica de la Escuela José María Velasco Ibarra de la Parroquia de Guangopolo, en el período abril –julio. |
Documento | Tesis |
Objetivo | Sistematizar las experiencias prácticas del proyecto liderazgo comunitario dirigido a jóvenes de noveno y décimo año de educación básica, dirigido a la formación de líderes juveniles que encaminen a la parroquia al desarrollo económico y social. |
Postulados | Por medio de la sistematización se puede obtener información relevante desde el punto de vista de los beneficiarios, los resultados podrán explicarse y documentarse para que la sistematización se convierta en una herramienta de divulgación del trabajo del proyecto de liderazgo comunitario. |
Hallazgos |
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Conclusiones |
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necesidades que inquietan a la comunidad, generando soluciones a partir de consensos colectivos, guiados y dirigidos por nuevos líderes juveniles.
Los jóvenes concientizaron la importancia de ser líderes dentro de su comunidad para la resolución de problemas, entendiendo que la posta del desarrollo comunitario está en su emprendimiento y su capacidad de liderar al grupo en beneficio de la colectividad.
Los estudiantes obtienen mayor capacidad para enfrentar nuevos y mayores entornos problemáticos en diferentes perspectivas e influyen en la vida diaria de los miembros de la comunidad, si el líder tiene una estrecha relación con los miembros de la parroquia y además porque participa en los diferentes proyectos
trasformación social.
Dentro de los resultados que aportan las investigaciones de las tesis, se encuentra el predominio de lo que según Escobar y Pezo (2019) denomina como enfoque o concepción adultocéntrica, la cual mantiene a los adultos en una posición (de poder) privilegiada como modelo a seguir ante las generaciones más jóvenes, lo que imposibilita que se genere y consolide el liderazgo juvenil y una participación auténtica y sustantiva. Además, los adolescentes pierden la oportunidad de constituirse en agentes transformadores de las dinámicas escolares.
A la visón adultocentrista establecida en muchas instituciones escolares se suma el hecho que no se ofrecen espacios para fomentar el liderazgo en los estudiantes, algo que en realidad es preocupante, tomando en cuenta que los centros escolares deben apuntar a las posibilidades de formar a los líderes que la sociedad necesita a corto, mediano y largo plazo; líderes capaces de asumir los retos y desafíos que reclama un determinado momento histórico, tal como lo reportan los datos obtenidos por Contreras y Díaz (2020).
Todo lo contrario, expresan estos autores que los estudiantes no poseen la conceptualización necesaria de lo que significa el liderazgo, cómo ejercerlo, ni cómo funciona el Gobierno Escolar o el Consejo Estudiantil. Tampoco tienen la predisposición de reflexionar en su actuación antes de ejecutar un comportamiento o conducta, lo que provoca un desequilibrio que se ve reflejado en sus acciones como supuestos líderes, en su capacidad para obtener resultados y de influenciar en los demás, de negociar y ayudar a resolver problemas.
Por otra parte, también quedó demostrado que la falta de liderazgo juvenil trasciende las fronteras escolares, lo que es de esperarse porque si la escuela no brinda espacios para que los alumnos ejerzan prácticas de liderazgo, no podrán desempeñarse como líderes en ningún contexto, incluyendo el comunitario. Tal como le explica Sánchez (2016), quien expresa que el liderazgo comunitario debe ser un tema de inevitable discusión, sobre todo en la población joven, donde no se ha fomentado el aprendizaje y la importancia de tener nuevos líderes que organicen y dirijan a su comunidad.
Para este autor los seres humanos ocupan un lugar social dentro de su respectiva comunidad, por eso es importante capacitarlos en el tema, porque de esta manera los jóvenes participantes serán actores transformadores, capaces de organizar y dirigir, ejerciendo la participación, con la adhesión de nuevos miembros; lo que favorece la toma de conciencia sobre las necesidades e inquietudes de la comunidad.
El liderazgo juvenil dentro de los centros educativos resulta fundamental para el liderazgo comunitario lo que da otra razón para su desarrollo. El ser líderes en su comunidad, les permite una interacción cultural que conlleva a la transformación del grupo humano por medio del trabajo social dentro de un espacio colectivo, y les ofrece la oportunidad de afrontar los problemas sociales conjuntamente con herramientas y métodos culturales, además exploran mejores formas de intervención frente a las diversas problemáticas actuales, organizando nuevos caminos para que la comunidad busque su propio desarrollo y trasformación social (Sánchez, 2016).
Solo con un liderazgo bien ejercido en los diferentes escenarios sociales se puede hablar entonces de participación ciudadana, que para Carroz (2003), es una de las alternativas para darle cabida al común de los ciudadanos en la toma de decisiones y hacer posible su transformación de simples receptores de políticas económicas y sociales a autores y protagonistas de sus propios destinos y los de sus comunidades.
El mismo panorama describe Gutiérrez (2016), cuando plantea que las políticas educativas para la participación estudiantil de base, están sujetas a figuras reducidas y generalmente son de carácter consultivo y las principales decisiones de la escuela o liceo, son tomadas por el personal directivo y docente. Por lo que resulta necesario cuestionar
la concepción de participación juvenil que se tiene en las escuelas, para poder generar políticas educativas efectivas, que apunten a un mayor empoderamiento del sector estudiantil en sus propios espacios, de lo contrario podría ampliarse la distancia entre el interés participativo de los jóvenes con su territorio y sus respectivas acciones, para tener mayor protagonismo de sus propias vidas y decisiones.
Para lograr lo anterior, exponen Contreras y Díaz (2020), es indispensable una formación ciudadana en la educación secundaria, que tenga una mayor comprensión de la complejidad de la realidad adolescente, que considere los procesos de transformación profundos que experimentan y los diversos ámbitos en los que actúan; los problemas, perspectivas, necesidades, intereses y derechos de los jóvenes.
Estos planteamientos llevan a destacar otro de los resultados aportados por los datos, y es la necesidad de desarrollar la metodología de proyectos en los centros educativos. Trabajar por proyectos, resulta de gran relevancia para modificar las prácticas tradicionales de participación limitada de los alumnos, ya que les permite desarrollar experiencias de participación genuina, donde pueden ser escuchados e influir en el contexto en donde están insertos.
Las características de las realidades sociales que se viven actualmente requieren de la formación de ciudadanos responsables, críticos y creadores de nuevas realidades; para lo cual es fundamental la formación en liderazgo juvenil con verdadera participación ciudadana. Esto requiere un cambio de mirada de los docentes y adultos hacia la juventud, de tal manera que puedan brindarle a esta población, experiencias educativas que los ayuden en su desarrollo y formación personal; conociendo más y mejor sus respectivas potencialidades, habilidades y destrezas, sus contextos comunitarios, locales y nacionales para poder intervenir en ellos y transformarlos para el bienestar común.
Es importante y pertinente, iniciar este proceso de participación de los jóvenes, en las instituciones educativas de educación secundaria, porque es deber de la educación institucionalizada procurar garantizar que todas las personas tengan igualdad de
condiciones para desempeñarse en los múltiples contextos sociales. Esperar la adultez o que los estudiantes lleguen a un nivel educativo más elevado (universitario, al que no todos pueden acceder), para que desarrollen habilidades de liderazgo o tengan la oportunidad de tener una mayor participación ciudadana, es seguir propiciando circunstancias para que se mantengan las principales problemáticas sociales que afectan a la sociedad colombiana, como son la desigualdad y falta de oportunidades para todos los ciudadanos.
La participación juvenil en los distintos ámbitos sociales resulta de gran interés educativo dado que los jóvenes forman parte y se desenvuelven en los diferentes escenarios de la sociedad (comunitario, culturales, educativo, político, académico), es decir, los jóvenes son sujetos de derechos y deberes como ciudadanos, por lo que deben ser formados para que desarrollen y fortalezcan su liderazgo juvenil y una participación ciudadana responsable.
Esto implica que, desde las instituciones escolares, específicamente desde la educación secundaria, los estudiantes sean considerados como actores capaces de transformar realidades y asumir compromisos. Por consiguiente, a través de la educación hay que brindarles oportunidades que erradiquen la pasividad y el conformismo social; por el contrario, hay que propiciar y fomentar el carácter crítico, la toma de decisiones, valorar diversas perspectivas y el diálogo y la comunicación asertiva como elementos fundamentales para la resolución de conflictos. Así como también, aprender a ser conscientes y responsables de las consecuencias de los propios actos, aprender a trabajar en equipo y a desarrollar conciencia de comunidad.
Se trata pues, como lo plantea Macassi (2002), de tener diálogos horizontales con los grupos juveniles actuales y no caer en el verticalismo intrínseco de las políticas sociales que en muchas ocasiones subvaloran el potencial y la capacidad juvenil para generar cambios educativos, comunitarios y sociales; aspectos de gran relevancia para propiciar en los educandos una participación ciudadana donde puedan asumir los
desafíos, cambios y dificultades del momento histórico que les correspondió vivir y del cual hacen parte.
Por tanto, es preciso y urgente crear espacios educativos para que los estudiantes se apropien de verdaderas prácticas de participación ciudadana, ejercidas mediante el liderazgo juvenil y esa es parte fundamental de la tarea que como docentes deben desempeñar.
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