La inteligencia emocional como estrategia de enseñanza
para la sana convivencia escolar en educación primaria (pp 254-272)
José Gutiérrez
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La inteligencia emocional como estrategia de enseñanza
para la sana convivencia escolar en educación primaria
Emotional intelligence as a teaching strategy
for healthy school coexistence in primary education
A inteligência emocional como estratégia de ensino
para uma coexistência escolar saudável no ensino primário
L'intelligence émotionnelle comme stratégie pédagogique pour une
coexistence scolaire saine dans l'enseignement primaire
José Gutiérrez
josegutierrez1977otmail.com
Institución Educativa Isla Grande em Bolívar, Manague-Colombia.
Recibido: 30 octubre 2021 / Arbitrado: 05 de diciembre 2022 / Publicado: 30 de abril 2023
RESUMEN
El tema de la inteligencia emocional se ha convertido en centro de interés en el ámbito
educativo debido a los múltiples beneficios que son reportado por la literatura especialista
en dicha temática. En este artículo el autor se propuso como objetivo reflexionar sobre
elementos teóricos que sustentan la inteligencia emocional como estrategia para la sana
convivencia en educación primaria. Fue una investigación de tipo documental, con
enfoque cualitativo. A partir de los planteamientos analizados se evidencia la pertinencia
de aplicar acciones pedagógicas para desarrollar y estimular en los alumnos el manejo
adecuado de sus emociones, es decir, educarlos en inteligencia emocional. Dentro de las
consideraciones finales destaca que los estudiantes requieren del desarrollo de otro tipo
de habilidades, como el manejo inteligente de sus emociones para tener un mayor
rendimiento escolar, mejorar problemas actitudinales de agresividad, ser asertivos y
fortalecer la sana convivencia escolar y social.
Palabras claves: Inteligencia emocional, Convivencia escolar, Violencia escolar
ABSTRACT
The subject of emotional intelligence has become a center of interest in the educational
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field due to the multiple benefits that are reported by the specialist literature on this
subject. In this article, the author intends to reflect on theoretical elements that support
emotional intelligence as a strategy for healthy coexistence in primary education. It was
documentary-type research, with a qualitative approach. Based on the approaches
analyzed, the relevance of applying pedagogical actions to develop and stimulate the
proper management of their emotions in students is evident, that is, educating them in
emotional intelligence. Among the final considerations, it stands out that students require
the development of other types of skills, such as the intelligent management of their
emotions to have a better school performance, improve attitudinal problems of
aggression, be assertive and strengthen healthy school and social coexistence.
Key words: Emotional intelligence, School coexistence, School violence
RESUMO
O tema da inteligência emocional tornou-se um foco de interesse no campo educacional
devido aos múltiplos benefícios que são relatados pela literatura especializada sobre o
assunto. Neste artigo, o autor se propôs a refletir sobre elementos teóricos que apóiam a
inteligência emocional como estratégia para uma coexistência saudável na educação
primária. Foi um tipo de pesquisa documental, com uma abordagem qualitativa. Com
base nas abordagens analisadas, a relevância da aplicação de ações pedagógicas para
desenvolver e estimular a gestão adequada das emoções dos alunos, ou seja, para
educá-los na inteligência emocional, é evidente. Entre as considerações finais, destaca-
se que os alunos exigem o desenvolvimento de outros tipos de habilidades, como o
gerenciamento inteligente de suas emoções para ter um melhor desempenho escolar,
melhorar os problemas de agressividade de atitude, ser assertivo e fortalecer a
convivência escolar e social saudável.
Palavras-chave: Inteligência emocional, Coexistência escolar, Violência escolar.
RÉSUMÉ
Le sujet de l'intelligence émotionnelle est devenu un centre d'intérêt dans le domaine de
l'éducation en raison des multiples avantages qui sont rapportés par la littérature
spécialisée sur ce sujet. Dans cet article, l'auteur a l'intention de réfléchir sur les éléments
théoriques qui soutiennent l'intelligence émotionnelle comme stratégie pour une
coexistence saine dans l'enseignement primaire. Il s'agit d'une recherche de type
documentaire, avec une approche qualitative. Sur la base des approches analysées, la
pertinence d'appliquer des actions pédagogiques pour développer et stimuler la bonne
gestion de leurs émotions chez les élèves est évidente, c'est-à-dire les éduquer à
l'intelligence émotionnelle. Parmi les considérations finales, il ressort que les élèves ont
besoin du développement d'autres types de compétences, telles que la gestion
intelligente de leurs émotions pour avoir un meilleur rendement scolaire, améliorer les
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problèmes d'attitude d'agressivité, s'affirmer et renforcer une saine coexistence scolaire
et sociale.
Mots clés: Intelligence émotionnelle, Coexistence scolaire, Violence scolaire
INTRODUCCIÓN
La violencia escolar se extiende a las instituciones educativas de manera
generalizada a nivel mundial, lo que afecta a niños, niñas y jóvenes de todas las clases
y grupos sociales. Esto incide de manera negativa tanto en la convivencia escolar como
los procesos de enseñanza y aprendizaje que se llevan a cabo en los centros educativos
de educación primaria (Trucco e Inostroza, 2017). De allí que el rol que asuma la escuela
en los procesos de socialización es fundamental para minimizar dicha situación.
Particularmente la sociedad colombiana históricamente ha estado marcada por
conflictos violentos originados por los enfrentamientos entre los grupos guerrilleros y el
gobierno nacional. Aunque dichos enfrentamientos han disminuidos significativamente
por el acuerdo de paz firmado por las partes en conflicto, todavía se mantienen los
flagelos de dicho conflicto: narcotráfico, delincuencia organizada, pobreza, desigualdad,
violencia social, corrupción, entre otros. Situación que ha permeado todos los espacios
de la población colombiana; la familia, la escuela y comunidades.
En este sentido, el Estado colombiano ha realizado grandes esfuerzos para
promover una cultura de paz y sana convivencia en todos los sectores sociales. En el
caso del sector educativo específicamente se encuentran: la Ley 1.620 de 2013 con
la cual se crea el sistema nacional de convivencia escolar y formación para el ejercicio
de los derechos humanos, la educación para la sexualidad y la prevención y mitigación
de la violencia escolar; la Ley 1.732 de 2014 y el decreto 1.038 de 2015. Documentos
que reglamentan la cátedra de la paz en el país y propiamente en todas las instituciones
educativas. Sin embargo, la promulgación por sola de dichos instrumentos legales no
son suficientes para generar una cultura de paz y de sana convivencia en las escuelas.
Es necesario desarrollar diversas actividades pedagógicas para la consolidación de tales
propósitos.
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En este orden de ideas, resultan de gran pertinencia los planteamientos de Delors
(1996), quien considera que aprender a vivir juntos es una de las principales tareas y
funciones de la educación contemporánea dada la violencia que impera en el mundo. Por
lo tanto, es necesario que la escuela establezca contextos de igualdad y formulen
objetivos y proyectos comunes que puedan dar lugar a la cooperación, solidaridad y la
amistad para disminuir prejuicios y hostilidades entre los alumnos. Además de desarrollar
acciones que constituyan el descubrimiento gradual del otro y la vida, la participación en
proyectos comunes, como estrategia para evitar o resolver los conflictos latentes.
El descubrimiento del otro pasa forzosamente por el conocimiento de sí mismo; por
consiguiente, la escuela como lugar de encuentro para la vida ciudadana, está llamada a
permitirles a los alumnos descubrir quiénes son, para que estos puedan ponerse en el
lugar de los demás, comprender sus reacciones y desarrollar una actitud favorable de
empatía que incida en su comportamiento social a lo largo de la vida. Por otra parte, el
trabajo mancomunado en proyectos motivadores disminuye los conflictos entre las
personas y dan origen al reconocimiento de lo colectivo (Delors, 1996).
De manera implícita se puede ver en los planteamientos la relevancia de los
aspectos emocionales en los procesos educativos, al destacar el conocimiento de
mismo y del otro, aunque no se refiere a la inteligencia emocional propiamente dicha. Lo
que coincide con lo que manifiestan Jiménez y López-Zafra (2009), al señalar que la
adaptación escolar requiere establecer relaciones con iguales y profesores, por lo tanto,
las habilidades emocionales tienen un papel decisivo en la interacción social, ya que “la
expresión y regulación de emociones podría facilitar expectativas positivas sobre la
interacción social, así como el uso de estrategias de interacción social efectivas” (p. 73).
Asimismo, Extremera y Fernández (2004) señalan que una baja inteligencia
emocional es un factor determinante en la aparición de conductas disruptivas debido a
un déficit emocional, lo que hace a los estudiantes más vulnerables a la impulsividad, por
consiguiente, presentan dificultad en el dominio de sus habilidades interpersonales y
sociales, lo que favorece el desarrollo de diversos comportamientos antisociales. Por ello,
se planteó como objetivo de este artículo reflexionar sobre elementos teóricos que
sustentan la inteligencia emocional como estrategia para la sana convivencia en
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educación primaria. Tomando en cuenta la responsabilidad que como docentes tienen en
la mediación de los conflictos en el aula, como agentes fortalecedores de la cultura de
paz.
REFERENTES TEÓRICOS
Inteligencia emocional
Como bien lo expresa Sánchez y Bresó (2018), la inteligencia emocional entendida
“como la habilidad para percibir, usar, comprender y regular las emociones, ha
demostrado ser una variable fundamental a la hora de entender el ajuste social” (p. 276).
Lo que resulta de gran pertinencia e interés en el ámbito educativo puesto que los factores
emocionales juegan un papel relevante en la adaptación de las personas a su entorno.
Además, el contexto escolar es un escenario que por su naturaleza permite la
convergencia de ltiples actores que interactúan entre y manifiestan sus diferentes
emociones.
Desde la perspectiva de Goleman (1998), la inteligencia emocional “se refiere a la
capacidad de expresar nuestros propios sentimientos del modo más adecuado y eficaz,
posibilitando la colaboración en la consecución de un objetivo común” (p.11). Asimismo,
manifiesta el autor que este tipo de inteligencia consiste en un proceso de aprendizaje a
mediano y largo plazo y que se continúa desarrollando toda la vida porque se va
aprendiendo de las experiencias. Por lo que resulta de total conveniencia para trabajarla
en educación primaria dado que es uno de los primeros niveles educativos, donde los
alumnos empiezan a construir las herramientas que les permitirán desenvolverse luego
en todos los ámbitos sociales.
En este mismo orden de ideas Trucco e Inostroza (2017) expresan que a pesar de
que los conflictos entre niños y niñas resultan normales como parte del proceso de
socialización, la escuela es un escenario ideal para fomentar el diálogo y la reflexión como
principal alternativa para solucionar cualquier tipo de diferencias que pueda surgir. En tal
sentido, la mediación del docente es esencial para ir guiando los comportamientos y
minimizar la instauración de la naturalización de la resolución violenta de los problemas
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que afecta negativamente la convivencia escolar; el desarrollo académico de los
educandos, así como su desarrollo psicológico, físico que a su vez ocasiona exclusión y
marginación social difícil de revertir.
Lo que le confiere gran importancia a la inteligencia emocional en el ámbito
educativo, porque representa un medio para promocionar el bienestar psicológico del
alumnado, a través de la comprensión del entorno que los rodea, y desarrollar en ellos
las competencias necesarias para que puedan enfrentar las diversas situaciones que se
presentan de manera acertada mediante el reconocimiento y control de sus emociones
(Puertas, Zurita, Chacón, Castro, Ramírez y González, 2020).
Convivencia escolar
En la actualidad la violencia constituye un problema social propio con diversas
repercusiones sicas, sociales, laborales, psicológicas y educativas. En este sentido,
resulta imperativo continuar enfocados en la promoción y fortalecimiento de la
convivencia escolar debido a que la escuela por su naturaleza social es un escenario
continuo y permanente de interacción. En consecuencia, como lo comentan Guerrero y
Cepeda (2016), es un entorno en el que inevitablemente se suscitan desacuerdos,
dificultades y conflictos. Por eso la convivencia escolar hay que concebirla como una
construcción colectiva y dinámica, que sufre modificaciones dependiendo a cómo se
originen las interrelaciones de los actores en el tiempo. Y no es responsabilidad de uno
o un grupo, todo lo contrario, debe ser un compromiso asumido por todos los miembros
de la comunidad educativa (Banz, 2008).
Para la construcción de una convivencia escolar de calidad es indispensable que
las interacciones entre sus miembros se basen en el diálogo, la participación, el compartir
actividades y objetivos, para poder generar consensos y aceptar los desacuerdos. Por lo
tanto, como educadores resulta de gran importancia modelar y propiciar aprendizajes
para una sana convivencia, porque de ella dependerá el modo de convivir que aprendan
los estudiantes (Banz, 2008). En este sentido, las instituciones escolares deben
convertirse en lugares aptos para aprender a convivir juntos como esencia primordial para
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el ejercicio de la ciudadanía, la democracia y de una cultura de paz (Marrugo, Gutiérrez,
García y García, 2016).
Otro aspecto valioso de la convivencia escolar a tener en cuenta, según Fuentes y
Pérez (2019), es el rol de la familia. Al respecto, opinan que es en la familia donde los
educandos inician su formación en valores, normas, y el desarrollo de competencias
ciudadanas como escucha activa, manejo de emociones, manejo del conflicto y empatía.
Sin embargo, en el seno familiar intervienen muchos factores que no permiten que se de
dicha formación, ya que las dinámicas familiares están sumergidas en violencia, lo que
conduce al incremento de la crisis de valores que se vive en la escuela y que tienen
grandes repercusiones desfavorables para la sociedad colombiana.
Por consiguiente, los esfuerzos por alcanzar una sana convivencia escolar hay que
dirigirlos, no solamente a la escuela, también la familia y la comunidad, para poder
concienciar a las generaciones en formación con el trabajo mancomunado de esta triada,
para que puedan asumir su responsabilidad en la consolidación de comunidades más
pacíficas y equitativas. Para tal fin, los postulados de la inteligencia emocional, brindan
elementos valiosos que no se pueden obtener solo con las habilidades cognitivas
enfocadas en los contenidos conceptuales y académicos. Habilidades que, en el caso del
tema de la convivencia, resultan indispensable porque les permiten a los actores
educativos saber manejar y controlar sus emociones y las de los demás a favor de la
resolución de problemas de manera pacífica, utilizando la empatía y el diálogo.
METODOLOGÍA
El artículo que se presenta fue de tipo documental ya que los datos fueron
extraídos de fuentes digitales como artículos científicos y tesis vinculadas con el tema de
la inteligencia emocional y la sana convivencia escolar y se circunscribió al enfoque
cualitativo. Dado que fue una investigación documental, se decidió trabajar con tres
artículos científicos cuyos autores son: Castellanos, Coy y Ramírez (2018); Camacho,
Ordoñez, Roncancio y Vaca (2017); Valenzuela y Portillo (2018)). Y con tres tesis
realizadas por: Valencia (2019); Díaz, Puentes y Triviño (2015) y Alay y Montaño (2017).
La selección se basó en son documentos que pasan por un proceso de evaluación,
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además, que no tuvieran más de diez años de haber sido realizadas para garantizar la
vigencia de la información obtenida.
Como procedimiento, se consideraron las etapas propuestas por Morales (2003)
para realizar una investigación documental. En primer lugar, luego de tener definido el
tema se hizo el acopio de información en buscadores especializados en internet como
Google Académico, Scielo, Academia.edu y Scopu. Como segunda etapa, se organizaron
los datos en fichas que contenían el título, objetivo, presupuestos, hallazgos y
conclusiones. Una vez elaboradas las fichas, se pasó a la tercera etapa que consistió en
analizar e interpretar la información estableciendo semejanzas, diferencias y
contrastando los planteamientos de los autores del corpus entre y con otros autores
que han realizado aportes en el tema de la convivencia escolar y la inteligencia
emocional, para poder obtener los nuevos significados que dieron lugar a los hallazgos y
conclusiones. Finalmente, como última etapa se elaboraron los borradores hasta llegar a
la última versión del texto completo del artículo.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En este apartado inicialmente se exponen las fichas con la información obtenida
de las investigaciones que conforman el corpus, específicamente contienen: título, año,
autor, objetivos, postulados, hallazgos y conclusiones. Posteriormente, se presentan la
discusión y análisis de los hallazgos.
Tabla 1
Inteligencia emocional en la convivencia escolar
Título
Inteligencia emocional en la convivencia escolar. Talleres educativos
Autor
Valencia Mora Ángel Santiago
Año
2019
Documento
Tesis
Objetivo
Analizar la influencia de la inteligencia emocional en el contexto de la
convivencia escolar, mediante una investigación bibliográfica y de campo para
el diseño de talleres educativos.
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Postulado
A nivel educativo la inteligencia emocional puede ser un elemento clave en el
aprendizaje y para la construcción de relaciones sociales sanas entre los
actores escolares.
Hallazgos
Los estudiantes poseen conocimiento de lo que es la inteligencia
emocional, sin embargo, gran parte de la población admite presentar dificultar
al momento de interactuar con las demás personas.
Se les dificulta controlar sus emociones en el aula por lo que muchos no
tienen buena relación con sus compañeros.
Los alumnos opinan que la convivencia escolar puede permitirles generar
y desarrollar ideas enfocadas en la construcción de una buena inteligencia
emocional para beneficio de la convivencia escolar.
Es necesario fomentar el desarrollo de una convivencia pacífica y positiva
enfocada en las relaciones humanas y respeto mutuo entre todos los actores
que forman parte de una institución.
Participar en la aplicación de talleres educativos, con el fin de realizar
actividades para desarrollar la inteligencia emocional favorecería la sana
convivencia escolar y la participación escolar.
Conclusiones
La educación emocional no es tan popular entre docentes y estudiantes,
por ello no realizan actividades o talleres relacionados en clase para el
desarrollo de la misma.
Los estudiantes presentan mal comportamiento, faltando a las normas de
convivencia del plantel.
Se evidencia la necesidad e importancia de la aplicación de talleres para
el desarrollo emocional en beneficio de los estudiantes y de la comunidad
educativa.
Tabla 2
Principios de la inteligencia emocional para la convivencia escolar
Título
Principios de la inteligencia emocional para la convivencia escolar en instituciones
educativas distritales.
Autor
Díaz Cubillos Jenny Mariana, Puentes Yustes Luz Marina y Triviño Beltrán Claudia
Liliana
Año
2015
Documento
Tesis
Objetivo
Analizar los principios de la inteligencia emocional y su aplicación a la convivencia
escolar en instituciones educativas distritales.
Postulado
Al ser la escuela un lugar de socialización se hace necesario un aprendizaje
significativo de los principios de la inteligencia emocional, que permita al sujeto ser
consciente de las emociones, solucionar y manejar adecuadamente los conflictos,
en busca de una sana convivencia que trascienda, incluso, a toda la comunidad
educativa.
Hallazgos
La violencia entre escolares es una práctica cotidiana que afecta de manera
significativa la vida en comunidad, ya que existen dificultades para comunicarse
asertivamente cuando se presentan conflictos.
En los estudiantes predominan las acciones negativas como forma inmediata de
interacción, tanto niños como niñas presentan conductas agresivas.
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Los niños y niñas legitiman las diversas formas de violencia como mecanismo
de solución de conflictos, porque las emociones negativas predominan durante
estas situaciones.
Incapacidad de los niños y niñas para sobreponerse a una situación que les
causara tristeza, por lo que se genera conductas agresivas frente al compañero.
En los niños de primera infancia se observó que la etapa egocéntrica de su
desarrollo influye en sus formas de actuar, por lo que es necesario que se formen
en el reconocimiento y manejo de las emociones.
Es indispensable que la familia sea la primera institución social en forjar actitudes
empáticas y resilientes en la infancia.
Conclusiones
Si en la escuela se brindan espacios para la formación de los niños y niñas en la
identificación y manejo de las emociones, pueden lograrse transformaciones
significativas que beneficien las relaciones que establezcan en el contexto escolar y
trasciendan a lo largo de su existencia.
El autocontrol, autoconocimiento, automotivación, empatía y las habilidades
sociales son esenciales desde la infancia para desarrollar la capacidad de
relacionarse de forma adecuada con los demás.
Es imprescindible que en la escuela se enseñe y aprenda educación emocional
que permita tener un adecuado manejo de las emociones para generar reacciones
positivas frente a cualquier situación.
Los maestros deben contribuir en la formación de personas más competentes,
creativas, participativas, buenos ciudadanos, pero por encima de todo, mejores
seres humanos; con una formación sólida en valores y un proyecto de vida que
trascienda del nivel personal de los estudiantes a sus familias y en general, a su
entorno social.
Tabla 3
La inteligencia emocional en la convivencia escolar
Título
La inteligencia emocional en la convivencia escolar propuesta: diseño de un manual
de estrategias
Autoras
Alay Rodríguez Angélica Ernestina y Montaño Gallón Nuvia Raquel.
Año
2017
Documento
Tesis
Objetivo
Identificar la influencia de la inteligencia emocional en la convivencia escolar
mediante una investigación de campo, y bibliográfica, para el diseño de un manual
de estrategias para los docentes de la Unidad Educativa Vicente Rocafuerte.
Postulado
La inteligencia emocional juega un papel muy importante dentro del área educativa
ya que puede determinar la calidad de la convivencia institucional e incide en el éxito
o fracaso estudiantil.
Hallazgos
Se consta que la mayoría de los estudiantes tienen inconvenientes para
controlar sus emociones, que se refleja en actitudes de intolerancia e indiferencia
cuando interactúan entre sí.
Necesidad de motivación para desarrollar habilidades emocionales de forma
adecuada y para tener una convivencia escolar armónica para generar de actitudes
positivas y mejor desempeño estudiantil.
La inteligencia emocional en los actuales momentos es considerada como uno
de los factores fundamentales porque demanda una gran capacidad de un adecuado
control de las emociones, que intervienen en el éxito de las relaciones sociales.
Las principales causas de una mala convivencia escolar es la carga de
emociones negativas lo que ocasiona el bullying, discriminación, drogas, pandillas,
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falta de comunicación, poca tolerancia lo que a su vez genera una convivencia
pésima y malestar entre los actores que conforman la unidad educativa.
Es conveniente implementar el manual de estrategias que ayude a los docentes
a mejorar la convivencia escolar para que este actúe como mediador en la resolución
de conflictos.
Conclusiones
La inteligencia emocional cumple un papel relevante en el ámbito educativo, tanto
para el docente como para los estudiantes ya sea dentro y fuera del aula de clases.
El saber controlar las emociones facilita el desarrollo de las habilidades, la
comunicación fluida y constante para poder manejarse y actuar con precisión ante
cualquier situación que se pueda presentar para ayudar a darle la solución adecuada
y pacífica.
Desarrollar la inteligencia emocional de los estudiantes es una ardua tarea, pero
no es imposible existe toda la disposición de los miembros que intervienen
directamente en su formación.
Es necesario trabajar la inteligencia emocional con todos los miembros de los
diferentes contextos: escuela, familia y comunidad.
En el estudio, comprensión y aplicación de la inteligencia emocional en la escuela
el docente es un factor principal para lograr una interacción activa y positiva con
resultados excelentes, y alograr que los alumnos tengan capacidad de manejar
las emociones propias y de los demás para beneficio tanto en ámbito escolar como
en su vida cotidiana.
Tabla 4
Inteligencia emocional para mejorar la convivencia escolar
Título
“Inteligencia emocional”, una estrategia pedagógica para mejorar la convivencia
escolar.
Autores
Castellanos Sotelo Lanley Sofía, Coy Pineda Gladys Milena y Ramírez Riaño Diana
Marcela.
Año
2018
Documento
Artículo
Objetivo
Comprender las emociones de los estudiantes y su influencia en la convivencia
escolar en las Instituciones Educativas: “Alfonso Vanegas Sierra”, del municipio de
San Miguel de Sema y “La Granja”, sede unitaria “La Herradura”, del municipio de
Buenavista, ubicadas en el Occidente del departamento de Boyacá.
Postulado
La buena convivencia y el manejo de las habilidades emocionales sociales son
imprescindibles para la calidad educativa.
Hallazgos
Las principales emociones manifestada por los estudiantes son: ira, tristeza, y
miedo.
En las actividades de trabajo en grupo, se reconocen comportamientos que
provocan indisposición en el aula, lastimando a los compañeros, poca aceptación al
cumplimiento de normas, apatía hacia el trabajo en grupo e irrespeto por las
opiniones de los demás.
Necesidad de desarrollar estrategias pedagógicas por medio de un programa
enfocado en aprendizajes significativos, con la finalidad de mejorar sistemáticamente
el proceso de formación integral de los mismos y con este, la convivencia escolar.
Es necesario tener habilidades sociales, manejar conductas asertivas, mostrar
empatía, dominar la resolución de problemas, etc. En definitiva, ser inteligente
emocionalmente.
Conclusiones
Se reconocen grandes debilidades en la convivencia escolar causada por la poca
asertividad de los estudiantes en proyectar las emociones.
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Necesidad de fomentar la formación en los estudiantes desde temprana edad,
como base de las nuevas culturas que reclaman contextos de paz para contribuir en
la educación emocional como una alternativa de formación integral.
Se sugiere aplicar estrategias pedagógicas dinamizadoras en inteligencia
emocional para fortalecer las habilidades sociales donde se reflejen en la convivencia
escolar y contribuir a la necesidad de subsanar las debilidades de violencia.
Las instituciones deben dar cuenta que la formación intelectual de los niños y los
adolescentes necesitan aprender otro tipo de habilidades no cognitivas.
Aplicar estrategias pedagógicas como los talleres, hace que las actividades
propuestas desarrollen la Inteligencia Emocional del niño y les permita observar y
comprender los comportamientos propios y los de los demás.
El capacitarse para afrontar situaciones de resolución de conflictos en el ambiente
escolar, le permite al estudiante y al docente una comunicación asertiva a través de
lo que piensa, dice y hace.
Tabla 5
Convivencia escolar y cotidianidad
Título
Convivencia escolar y cotidianidad: una mirada desde la inteligencia emocional.
Autores
Camacho Bonilla Nancy Milena, Ordoñez León Jenny Constanza, Roncancio Ariza
María Helena y Vaca Vaca Patricia.
Año
2017
Documento
Artículo
Objetivo
Explorar la relación existente entre la inteligencia emocional de los estudiantes de
segundo grado de una institución educativa distrital (IED) y la convivencia en la
escuela.
Postulado
Los procesos de convivencia en las escuelas están mediados por situaciones de
conflictos donde se refleja la dificultad de los estudiantes para manejar sus
emociones lo que ocasiona situaciones que afectan el adecuado funcionamiento de
las dinámicas escolares.
Hallazgos
Las habilidades emocionales para la promoción de la convivencia, se fortalecen a
partir de: 1) la lectura de emociones en otros y de mismo; 2) el manejo y la
estabilización frente a tensiones emocionales; 3) la toma de iniciativa y perseverancia
frente a contratiempos y frustraciones; 4) la actuación acorde a la percepción de los
sentimientos de otros, y 5) la interacción efectiva que inicia con la interpretación
adecuada de situaciones. Todos ellos aspectos mencionados como competencias
de la inteligencia emocional.
El estudio demuestra la importancia de las relaciones que los estudiantes
establecen con sus pares en la institución educativa y de las cuales el docente debe
ser el garante para beneficiar los procesos de socialización.
Es necesario que los adultos del contexto escolar y familiar aporten al desarrollo
del control de las emociones del niño en sus relaciones interpersonales.
Evidencia de la necesidad de ofrecer a los estudiantes nuevas posibilidades de
relaciones que lleven a la reflexión de cómo solucionar los conflictos entre pares y
de esta manera lograr favorecer la convivencia escolar.
Conclusiones
La inteligencia emocional influye de manera positiva en la convivencia escolar,
puesto que existe una relación recíproca entre las competencias emocionales y las
relaciones afectivas.
Las competencias emocionales contribuyen a que cada estudiante se adapte
de una mejor manera al contexto escolar y social, y así logre afrontar creativamente
situaciones problemáticas dadas en la cotidianidad.
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Fortalecer las competencias emocionales necesarias para la interacción cotidiana
de los niños requiere la integración en los currículos de la educación socioemocional
y el otorgarle un equilibrio frente a la dimensión cognitiva.
Resulta fundamental ser consciente de la importancia de la promoción de
competencias socioemocionales necesarias en el desarrollo integral de los niños
para desempeñarse como ciudadanos responsables y comprometidos con la
sociedad de la cual son partícipes.
Tabla 6
La inteligencia emocional en educación primaria
Título
La inteligencia emocional en educación primaria y su relación con el rendimiento
académico.
Autores
Valenzuela Santoyo Alba del Carmen y Portillo Peñuelas Samuel Alejandro.
Año
2018
Documento
Articulo
Objetivo
Analizar la relación entre la inteligencia emocional y el rendimiento académico en
estudiantes de nivel primaria de una institución pública.
Postulado
La inteligencia emocional en el ámbito educativo es de gran importancia en el
rendimiento académico ya que el adecuado manejo de las emociones es esencial
para el desarrollo por parte del alumnado dentro de la escuela.
Hallazgos
Se comprueba que cuando los estudiantes tienen mayor inteligencia emocional,
mayor es su rendimiento académico, y a la inversa.
Se corroboran los planteamientos de Extremera y Fernández-Berrocal (2004)
quienes hacen referencia a que las personas emocionalmente inteligentes no solo
serán más hábiles para percibir, comprender y manejar sus propias emociones, sino
también serán más capaces de extrapolar sus habilidades de percepción,
comprensión y manejo a las emociones de los demás.
La inteligencia académica no es suficiente para alcanzar el éxito profesional, sino
se requiere del conocimiento y la regulación de las emociones para que colaboren
ambas.
Conclusiones
El adecuado manejo de las emociones es esencial para el desarrollo académico
e integral del alumnado dentro de la escuela, ya que hay estrecha relación entre
cómo manejan la inteligencia emocional y su desempeño escolar.
Se debe poner especial atención en los sentimientos de estudiantes porque sus
acciones y toma de decisiones están determinadas no solo por lo que sienten sino
por las circunstancias que ellos viven, y si no manifiestan adecuadamente, las
acciones y decisiones tomadas tendrán efectos negativos en la conducta.
Es necesario repensar la práctica docente, en cuanto a los desafíos de dirigir,
orientar y ayudar al alumnado a conocer, expresar y regular sus emociones
correctamente.
En la medida en que el alumnado sea capaz de manejar sus emociones, podrá
modificar su pensamiento y potenciar su correcto desarrollo a través de buenas
decisiones, búsqueda de alternativas en la solución de problemas, sana convivencia
traducida a un buen juicio y conducta.
Reconocer, valorar y encauzar las emociones permite adquirir una armonía
interior y un mejor desarrollo de la personalidad del sujeto y de toda una comunidad
en su conjunto.
A partir de los planteamientos de los autores que sirven de sustento en este artículo,
se evidencia la pertinencia de aplicar acciones pedagógicas para desarrollar y estimular
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en los alumnos el manejo adecuado de sus emociones, es decir, educarlos en inteligencia
emocional, tal como lo proponen Valencia (2019); Díaz, Puentes Y Triviño (2015); Alay y
Montaño (2017); Castellanos, Coy y Ramírez (2018); Camacho, Ordoñez, Roncancio y
Vaca; Valenzuela y Portillo (2018). Para el fortalecimiento de habilidades y competencias
sociales que permita consolidar la convivencia escolar en las escuelas y contribuir a la
necesidad de minimizar o erradicar la violencia escolar.
De igual manera, los resultados demostraron que la inteligencia cognitiva no es
suficiente para que una persona sea exitosa a nivel académico, personal y
profesionalmente, pues las emociones juegan un papel determinante en dichos aspectos
(Jiménez y López, 2009). Conclusiones a las que también llegaron Castellanos, Coy y
Ramírez (2018) y Valenzuela y Portillo (2018), donde mencionan de manera explícita que
los centros educativos deben darse cuenta que además de la formación intelectual de los
niños y los adolescentes, se requiere del aprendizaje de otro tipo de habilidades no
cognitivas, porque en la medida que los estudiantes tengan mayor inteligencia emocional,
mayor es su rendimiento académico.
Los problemas actitudinales que presentan los escolares en las intuiciones
escolares como: conductas agresivas donde es evidente el mal manejo de emociones
como la rabia, la tristeza, miedo, la indiferencia, la envidia, el bullying, la discriminación,
la falta de comunicación, el uso de drogas, la intolerancia y la conformación de pandillas
(Díaz, Puentes y Triviño, 2015; Alay y Montaño, 2017; Castellanos, Coy y Ramírez, 2018),
no se pueden solucionar con contenidos conceptuales o solo con habilidades cognitivas.
Es imperativo potenciar habilidades afectivas, emocionales y sociales de los alumnos
para que tengan las herramientas para afrontar y superar las diversas situaciones que se
presentan en el aula y en su vida cotidiana (Extremera y Fernández, 2003).
En este marco de ideas, también se reflejó en los resultados que la inteligencia
emocional en los actuales momentos es considerada como uno de los factores
fundamentales porque demanda una gran capacidad en el control de las emociones;
mejoran las habilidades sociales y por ende la comunicación, la calidad educativa, el
desempeño estudiantil y la capacidad para solucionar problemas; promueve conductas
asertivas; fortalece convivencia y; contribuyen a que cada estudiante se adapte de una
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mejor manera al contexto escolar y social, y así logre afrontar creativamente situaciones
problemáticas dadas en la cotidianidad (Alay y Montaño, 2017; Castellanos, Coy y
Ramírez, 2018; Camacho, Ordoñez Roncancio y Vaca, 2017).
Lo que permite afirmar sin duda alguna, que por medio de la inteligencia emocional
se puede mejorar la sana convivencia en las instituciones educativas. No obstante, es
condición sine qua non la participación y compromiso del docente para garantizar el
desarrollo y consolidación de la formación de estudiantes emocionalmente inteligente, ya
que es quien operacionaliza los procesos de enseñanza y aprendizaje. Asimismo, es
preponderante trabajar conjuntamente con todos los miembros de los diferentes
contextos: escuela, familia y comunidad (Díaz, Puente y Triviño, 2015; Alay y Montaño,
2017; Camacho, Ordoñez, Roncancio y Vaca, 2017; Valenzuela y Portillo, 2018).
La educación debe ser un instrumento para generar cambios y transformaciones en
los diferentes escenarios escolares y sociales donde prevalece la violencia escolar,
familiar y social, tal como es caso de muchos contextos colombianos. De allí, la
importancia de implementar la inteligencia emocional como fundamento para afianzar la
sana convivencia entre los estudiantes. Puesto que les permite apropiarse de habilidades
para el manejo adecuado de factores estresantes como la ansiedad, la depresión,
fortalece la autoestima y los prepara para que aprendan a afrontar las dificultades
académicas. Lo que le confiere gran relevancia al proceso de interacción de la escuela
como aspecto clave para el desarrollo psicosocial de los niños y jóvenes (Sánchez y
Bresó, 2018; Puertas, Zurita, Chacón, Castro, Ramírez y González, 2020).
Por otra parte, el manejo de emociones también representa una oportunidad para
reflexionar y ser críticos de nuestra labor educativa, ya que repensar y reorientar nuestra
praxis, contribuye a la formación de individuos plenos y preparados para la sociedad del
futuro. Pues, como bien lo afirma Goleman (1998), actualmente la perspectiva del futuro
depende de la capacidad de autocontrol y del manejo adecuado de las relaciones. En
este sentido, los docentes deben cambiar la didáctica en las aulas de clases y dejar la
preeminencia del desarrollo de actividades y contenidos conceptuales y enfocar su
atención en contenidos actitudinales y procedimentales, porque para fomentar la
inteligencia emocional, se hace imprescindibles acciones pedagógicas para que los
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educandos reflexionen, busquen soluciones, pongan en práctica la creatividad,
exterioricen ideas, sentimientos y practiquen la empatía. En definitiva, para que aprendan
a vivir juntos, a vivir con los demás y a ser conscientes de las semejanzas y la
interdependencia entre todos los seres humanos (Delors, 1996).
Otro aspecto importante a considerar, desde la visión de Marrugo, Gutiérrez, García
y García (2016), es que el conflicto forma parte de los procesos de convivencia y es propio
de las relaciones humanas, por consiguiente; explican Guerrero y Cepeda (2016), que al
ser la escuela un espacio de convergencia social donde se llevan a cabo múltiples
relaciones y prácticas sociales, es natural que surjan desacuerdos, diferencias y
conflictos. Pero con la mediación del docente, de la escuela y de la familia se puede
brindar la oportunidad de que cada estudiante realice aportaciones para la solución de
los conflictos escolares, el manejo de las emociones y la empatía, al tiempo que asumen
responsabilidades en la construcción colectiva de comunidades pacíficas (Banz, 2008;
Fuentes y Pérez 2019; Alay y Montaño, 2017; Castellanos, Coy y Ramírez, 2018;
Camacho, Ordoñez Roncancio y Vaca, 2017; Díaz, Puente y Triviño, 2015; Valenzuela y
Portillo, 2018).
Ahora bien, estos requerimientos demandan de un trabajo que debe ser bien
planificado, continuo, sistemático, paciente porque los resultados se obtienen a mediano
y largo plazo, aún más en una población que por muchos años estuvo inmersa en hechos
violentos de un conflicto armado y que todavía padece las consecuencias de dicha
problemática. Sin embargo, en el caso colombiano se cuenta con un marco jurídico y
educativo que brindan aportes para fundamentar de manera pedagógica la sana
convivencia escolar. Dichos lineamientos combinados con el fortalecimiento de actuar de
manera emocionalmente inteligente representan una alternativa para seguir avanzando
y aportando a la consolidación de una sociedad más pacífica y productiva.
CONSIDERACIONES FINALES
La violencia escolar es un tema que no se resuelve con manuales de convivencia ni
con imposiciones de normas disciplinarias, puede ser contenida con medidas de ese tipo,
pero no se resuelve el punto neurálgico de la situación. Es esencial la implementación de
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otras estrategias y actividades escolares para poder profundizar y obtener cambios
actitudinales conscientes orientados a la solución de problemas de manera pacífica. En
este sentido, la inteligencia emocional cobra total pertinencia e importancia puesto que,
como se comprobó en las investigaciones consultadas, los estudiantes requieren del
desarrollo de otro tipo de habilidades no cognitivas; como el manejo inteligente de sus
emociones para tener un mayor rendimiento escolar, mejorar problemas actitudinales de
agresividad, ser asertivos, fortalecer la sana convivencia escolar y social. Sin olvidar que
dicho trabajo debe ser extensible a todos los miembros de la triada escolar: familia-
escuela-comunidad, tomando en consideración que estos contextos se complementan
entre sí.
Formar a los estudiantes para que sean emocionalmente más inteligente implica,
además de asumir el conflicto como parte inevitable de la interacción humana, saber
utilizar las desavenencias para convertirlas en experiencias de aprendizaje basadas en
el diálogo, la reflexión y el consenso para propiciar transformaciones sociales que
permitan la construcción de sociedades fundamentadas en relaciones más sanas y
pacíficas. Para lograrlo, es imperativo iniciar desde los primeros niveles educativos con
prácticas pedagógicas orientadas al fortalecimiento de gestionar inteligentemente las
emociones y así naturalizar una cultura de paz desde los primeros años de vida del ser
humano, ya que resulta más difícil revertir sistemas de valores internalizados y
apropiados en edades más avanzadas.
Finalmente, la exhortación es, por una parte, a realizar propuestas para que se logre
consolidar la integración en los procesos de enseñanza y aprendizaje de actividades
vinculadas con la inteligencia emocional y desarrollar en los estudiantes competencias
emocionales, para que estén en capacidad de afrontar las situaciones estresantes que
se les presente a lo largo de su vida que son factores generadores de violencia. Y, por
otra parte, es necesario sensibilizar y dar formación a los docentes para que también
aprenda a gestionar inteligentemente sus emociones, enseñe con el ejemplo y pueda
abordar este tema con pertinencia y de manera significativa para los estudiantes.
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CONFLICTO DE INTERESES
El autor declara que no existe conflicto de intereses para la publicación del presente
artículo científico.
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